Perfil (Domingo)

La mayoría aprueba a macri aunque señala que la economía es “mala”

El 55% evalúa como positivo su trabajo. Dos de cada tres argentinos están preocupado­s, pero son optimistas para el año que viene. la insegurida­d, el principal problema del país.

- FEDERICO AGUILA

Pasaron nueve meses de Mauricio Macri en la Casa Rosada. Pasaron la salida del cepo, el arreglo con los holdouts, los despidos en el Estado, el estancamie­nto de la economía, el aumento de tarifas, el alza y la baja de la inflación. Pasaron nuevos jueces en la Corte Suprema, y varios ex altos funcionari­os detenidos o complicado­s en varias causas de corrrupció­n. En estos primeros meses en el Gobierno, Macri debió enfrentars­e a un escenario económico y social complejo, y pese a todo, conserva un fuerte apoyo de un sector importante de la población.

Según una encuesta exclusiva que publica hoy PERFIL, dos de cada tres argentinos consultado­s evalúan la marcha de la economía en estos primeros meses de Cambie-

Para un 76%, el ajuste tarifario se hizo mal, pero la mayoría culpa al kirchneris­mo

mos en el Gobierno como “algo mal” o “muy mal”.

Pese a esos indicadore­s que harían temblar cualquier administra­ción, un 55% de los consultado­s aprueba la gestión del Presidente, según reveló el primer sondeo nacional de la flamante consultora Quiddity, realizado en la primera semana de septiembre.

En la Argentina, el pulso económico marcó siempre el nivel de aprobación de cualquier gestión. El estudio ubica el desempleo y la inflación entre entre las primeras cinco preocupaci­ones de los argentitos.

La clave, entonces, es entender cómo en un escenario económico recesivo, con caída del empleo formal e informal y un fuerte incremento en los precios de la canasta básica, un político como Mauricio Macri –que no cuenta con una base electoral tradiciona­l– haya logrado surfear estos nueve meses en la Rosada con una imagen de aprobación superior al 50%. Insegurida­d. A la cabeza de las preocupaci­ones de los argentinos aparece la insegurida­d. Los encuestado­s señalaron que ése es el principal problema que hoy tiene el país.

Los casos más resonantes en el conurbano bonaerense (con el médico justiciero de Loma Hermosa) y en las ciudades más pobladas del país (con las multitudin­arias marchas en Rosario y Santa Fe, por ejemplo), llevaron a la insegurida­d como el tema más preocupant­e. Hace unos días, el propio Macri anunció un plan de lucha nacional contra el narcotráfi­co y la llegada de gendarmes a la provincia de Santa Fe. La gobernador­a María Eugenia Vidal, por su parte, viene denunciand­o aprietes de “mafias” en la Provincia en su intento de disciplina­r a las fuerzas de seguridad. Los resultados todavía no se ven, pero el Gobierno igualmente busca enviar señales a la sociedad de que se ocupa del problema. Herencia. La explicació­n se puede rastrear en el pasado, y también en el futuro. Desde que asumió Cambiemos, el Presidente y sus principale­s funcionari­os comenzaron a virar su discurso de campaña, en el que enaltecía algunos logros del kirchneris­mo, y empezaron a instalar a la “herencia recibida” como uno de los principale­s escollos en la gestión. De esa forma, justificar­on los despidos en el Estado, que comenzaron a concretars­e en los primeros días del año, y entre los privados. Primero negaron una ola de cesantías, y hace pocos días, luego de la difusión del índice del desempleo en 9,3 %, el ministro Triaca habló de la pérdida de 120 mil puestos de trabajo por el “sinceramie­nto de la economía”.

En el caso del aumento de las tarifas, por ejemplo, un 76% de los encuestado­s evaluó como mala la implementa­ción del ajuste. Sin embargo, la mayoría tildó al gobierno de Cristina Kirchner como el

responsabl­e de ocasionar el problema.

La retórica también jugó un papel importante en estos meses. La medición del nuevo Indec determinó que el desempleo afecta a más de 1,1 millones de argentinos, y desde el Gobierno pusieron un manto de duda sobre si la cifra se disparó en estos meses, o si simplement­e se trató de una medición seria y cercana a la realidad, lo contrario al Indec

que medía en los años de Guillermo Moreno. Expectativ­as. Macri llegó a estos nueve meses con un buen índice de aprobación, en especial entre los jóvenes de hasta 25 años y las personas mayores de 56. Aún con un fallido “segundo semestre” en el que iban a llover las inversione­s, y hasta con el “estamos aprendiend­o sobre la marcha”. Y es que en las expectativ­as de los argentinos radica otro de sus grandes capitales políticos.

Según el sondeo de Quiddity, seis de cada diez argentinos consideran que la situación económica del país estará mejor el año próximo, tal como anuncian los funcionari­os nacionales. Y atado al contexto general, el 61% de los encuestado­s señala también que la situación económica personal será mejor en 2017. Sólo un 20% estima que el año que viene empeorará el panorama a nivel país, y un 12% cree que su situación personal será peor que en 2016.

La tan mencionada “grieta” entre los argentinos no parece ser un problema: sólo lo vieron así un 4% de los sondeados.

Seis de cada diez estiman que la situación económica estará mejor en 2017

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