“Nos siguen discriminando”
“No podemos rendirnos ante aquellos que nos quieren dividir. No podemos reaccionar de formas que erosionen el tejido de nuestra sociedad, Porque es nuestra diversidad, cómo acogemos a todos los talentos, la forma en que tratamos justamente a todos sin importar su raza, género, etnia o credo, es parte de lo que nos hace grandes como país. Eso es lo que nos hace fuertes”, agregó.
El presidente sentó una posición propia en materia de terrorismo. “Impartimos justicia a Osama bin Laden (líder de Al Qaeda, abatido por comandos norteamericanos en Pakistán en mayo de 2011). Fortalecimos nuestra seguridad interior. Hemos prevenido ataques. Hemos salvado vidas –dijo Obama–. Pero al mismo tiempo en referencia a los ataques de Boston, San Bernardino y Orlando, Florida, “la amenaza terrorista ha evolucionado”.
Desde el momento del atentado, la situación de seguridad no cambió: el estado de excepción del país nunca fue levantado. Según encuestas, los norteamericanos tienen hoy más miedo al terrorismo que el que tenían en los días posteriores al ataque a las Torres Gemelas.
Obama advirtió que Estados Unidos seguirá siendo implacable contra Al Qaeda y el grupo yihadista Estado Islámico, que ha propagado el caos en Oriente Medio y Occidente e inspirado ataques en suelo norteamericano.
“Continuamos siendo el Estados Unidos de los héroes que corrieron hacia el peligro, de la gente ordinaria que ha eliminado a secuestradores, de las familias que convirtieron su dolor en esperanza”, concluyó el presidente. Más allá del tremendo dato de los muertos, de la cantidad de personas afectadas psicológicamente por el atentado, hay otras víctimas –seguramente no prev istas – de lo sucedido hace 15 años en Nueva Yo r k : l o s h a b i - tantes de religión musulmana, que siguen teniendo muchas dificultades en el día a día. También se manifestaron en relación con el aniversario. El último ataque contra un centro islámico, a principios de agosto, fue la muerte a tiros a plena luz del día del imán Maulama A konjee, de 55 años, y de su ayudante Thara Uddin, de 64, cerca de la mezquita Al Furqan Jame Masjid, en el barrio Ozone Park, en Queens. Todo incluye también el matiz de la política. Para Enamul Upal, un bangladeshí de 40 años que lleva exactamente quince años en la Gran Manzana, “hay que distinguir entre los políticos y la gente de la calle” cuando se habla del trato a los musulmanes. Más de una autoridad religiosa manifestó la enorme preocupación que les genera la alternativa de que Donald Trump venza en las próximas elecciones presidenciales, el próximo 8 de noviembre.