El Gobierno aspira a capitalizar electoralmente el plan Belgrano
No sólo es la región del país con peores índices de desarrollo económico y social. También es la región donde Cambiemos sacó la menor cantidad de votos en la elección de 2015. Por eso, el ambicioso Plan Belgrano tiene un doble sentido para el Gobierno de Mauricio Macri, que buscará aprovechar que las obras y planes que promete bajar a las diez provincias del Norte tengan también su rédito en el resultado de las elecciones de 2017.
Mensajes focalizados a través de las redes sociales, llamados telefónicos, correos electrónicos y apariciones de los principales funcionarios involucrados en las obras en los medios de comunicación locales, son las estrategias con las que desde el Gobierno planean capitalizar la inversión. Es que manejan un dato que no deja de generar ciertos resquemores: tienen encuestas que muestran que en determinados casos solamente un 10% de la población sabe que ciertas obras son financiadas por el gobierno nacional. Eso es lo que apuestan a revertir en los próximos meses.
Apenas conocido el proyecto de Presupuesto 2017, desde diferentes sectores del peronismo lanzaron señales de alerta porque consideran que hay una mayor preponderancia de obras para Ciudad y Provincia de Buenos Aires ( gobernadas por Cambiemos), en desmedro del resto. Desde el Gobierno, en cambio, contradicen ese análisis y explican que la inversión en obras de infraestructura en la región crecerá un 41% en relación con lo presupuestado para 2016.
Son, en total, $ 41 mil millones distribuidos entre las diez provincias implicadas en el plan: Chaco, Jujuy, Salta (las tres más beneficiadas), Tucumán, La Rioja, Formosa, Corrientes, Santiago del Estero, Misiones y Catamarca.
Jujuy y Salta son también, junto a Corrientes, las provincias que más ven crecer el presupuesto en infraestructura