Abrirán en Neuquén el primer hospital con medicina mapuche
En Aluminé, tendrá médicos “occidentales” y curanderos. El edificio, diseñado en forma semicircular, incluye un espacio para ceremonias.
Atenderse con un machi o con un cirujano; con una lawentuchefe (yerbatera) o una enfermera, con un componedor de huesos o un traumatólogo: cuando comience a funcionar, el año próximo en Aluminé, Neuquén, el hospital Ranguiñ Kien (media luna, en mapuche), no sólo se convertirá en el primer centro de salud intercultural del país – donde convivirán la medicina “occidental” y la original de esa zona– sino también en el primero en el que todo, desde el diseño del edificio hasta las prestaciones y el personal que lo integra, contempla las necesidades y la cultura de las comunidades originarias.
A llí, los pacientes de las comunidades aigo y huenguihuel, que viven en la cuenca de Ruca Choroi, al noroeste de la provincia, que no practican la medicina “occidental”, tendrán la posibilidad de contar con el apoyo de una ceremonia religiosa al lado de su cama, o recibir como parte del tratamiento las hierbas y preparados tradicionales de la medicina mapuche. “La idea es que trabajen en conjunto y convivan las dos for- mas de entender la salud, y las dos formas de curaciones. Los mapuches en particular tienen algunas cuestiones que no contempla la medicina “occidental”: las curaciones grupales, tratarse en el domicilio de la persona o lugares abiertos, las bendiciones de los lawenes (plantas con las que se curan). Todo eso es- tará también incorporado al servicio”, explicó a PERFIL Facundo Cornejo, director de Salud Colectiva del Ministerio de Salud neuquino.
El edificio fue el primer paso: los 522 metros cuadrados que ocupa, diseñados en forma semicircular, obedecen a una disposición particular para las camas y los pasillos, además de que incluyen un espacio para hacer fogones, uno para los curadores, otros para los componedores de huesos y los yerbateros, además de un espacio ceremonial para el machi, la máxima figura de la ceremonia de curación mapuche.
Según contó el werken (mensajero) de la Confederación Mapuche Neuquina, Lorenzo Loncón, a un diario local, “para nosotros, la medicina es para compartirla. Y la naturaleza y el hombre no van separados, son un todo. Las plantas que usamos son infalibles”. Para todos. Aunque aún no tiene fecha exacta de apertura, el hospital “ya ha impactado en la zona, porque la salud intercultural se viene practicando allí por la iniciativa común”, agregó el diputado Luis Felipe Sapag.
Los pacientes se tratarán con los machis (curanderos), lahuentuchefes (yerbateros) y hueseros “por propia voluntad. Nad ie estará obligado a tratarse por la medicina mapuche o la oficial, sino que serán complementarias: lo que no pueda curar una de ellas será transferido a la otra”, detalló. El proyecto, dijo, se replicará en otras áreas de la provincia.
“Esto no es más que darle continuidad a una integración que, con sus dificultades, ya se da en forma organizada desde hace al menos veinte años, entre el equipo médico del hospital de Aluminé y las comunidades de la zona”, agregó Cornejo. “Ese es el real proceso intercultural: respetar que otros piensen distinto y tratar de hacer un proyecto conjunto”, concluyó.
los pacientes podrán recibir como parte del tratamiento hierbas y preparados