HONORIS CAUSA
Con incredulidad, nos asombró la desopilante noticia de que otorgaban a Cristina Fernández de Kirchner la honorable distinción del doctorado honoris causa por parte de dos casas de altos estudios de Avellaneda y Quilmes, en reconocimiento de su labor en defensa de los derechos civiles y sociales durante su gestión de gobierno como presidenta de la Nación. Mariano Lozano y Jorge Calzoni resaltaron, durante el acto, que le debían también el “significativo crecimiento del presupuesto” para las universidades nacionales. Como el dinero donado pertenece al erario, la distinción otorgada debe ser compartida por todos los que pagamos impuestos como máximos responsables del crecimiento económico de las citadas universidades. La ex mandataria era muy generosa con el dinero ajeno; el de las bóvedas, en cambio, lo invertía en propiedades tal como lo hemos podido constatar con la eficiente labor de las fiscalías de tribunales de Comodoro Py, que la imputan en distintos procedimientos. Por supuesto, comprendemos que estos favores son necesarios. Una mano lava la otra y a la ex hay que salvarla de las puertas del presidio. Ana María Boschetto anamaria.boschetto@yahoo. com.ar soportar la ex presidenta de todos y todas. Tiene razón su defensor (el doctor Beraldi) en pedir una auditoría de toda la obra pública, no sólo la que se le otorgó a Báez, aunque haya podido terminar sólo dos (a pesar de haber cobrado hasta el último peso). Es más, debería pedir una auditoría de “toda la obra pública, desde Alfonsín a la fecha”, aunque ello retrasara el juicio. Antes de culpar a un ex mandatario hay que estar muy, pero muy seguro. Y si le niegan su pedido, que recurra ante las Naciones Unidas. Y también que solicite el listado de las empresas offshore de Panamá que comprometen a los Macri. Porque si vamos a hacer justicia, hagámosla para todos y todas. En el mientras tanto, que (el abogado) Dalbón siga amedrentando a todo aquel que ose manchar la honorabilidad de Cristina. ¡Qué tanto! Gabriel Vides gabrvides@gmail.com