Kioscos, en una muestra de fotos
Rega ler ía de emergencia, testigo y parte del barrio, expendedor de caramelos y figuritas e indicador de calles, todo en el mismo local. Ya sea una ventanita en una casa de barrio, sobre ruedas en un parque o transformado en un “24 horas” urbano, el kiosco es una institución argentina. Y, como tal, se lo honra con la muestra fotográfica que reúne a los más diversos exponentes en Plaza San Martín, en Retiro, hasta el 13 de noviembre próximo.
“Es el primer lugar al que vas solo y desde que tenés uso de razón: el kiosco es un rasgo de identidad argentina fortísimo, un formato que representa la multifuncionalidad argentina, desde comprar el regalo para tu sobrino, jugar al metegol, cargar la SUBE o trenzarte en una discusión de fútbol. En el imaginario, es una parte fundamental de la vida diaria, la primera aventura y por eso, decidimos homenajearlo”, asegura Hernán Tchira, curador de la muestra, compuesta por 37 fotos que integran el libro gratuito Kioscos argentinos, que reúne 65 fotos de tiendas de toda forma y color.
De los más de 100 mil kioscos que hay en el país, la selección de los más representativos fue difícil. “El criterio pasó por representar el fenómeno federal del kiosco, desde el Impenetrable hasta la Patagonia, con fotógrafos de todo el país y todas las tipologías posibles que, además, no se repiten en ningún lugar del mundo”, confiesa Tchira.
Además de ser un exponente costumbrista, el kiosco también representa, para los curadores, el espíritu del sueño del negocio propio que marcó a las oleadas inmigratorias argentinas. “Los argentinos detestamos que nos digan qué tenemos que hacer: tener un kiosco también es la posibilidad de ser el propio jefe”, comenta el curador.