Nace una revista
Roberto Civita. O dono da banca Carlos Maranhão Companhia das Letras Biografía
El quería que se llamase Panorama. El padre había optado por Veja. Pero eso no importaba tanto. Lo fundamental para Roberto Civita era que se acercaba la realización del sueño alimentado desde el fin de su pasantía en Time. A principios de la segunda mitad de 1967, habiendo pasado casi una década, pensó que finalmente había llegado la hora de hacer su propio semanario de información.
Dos razones fueron fundamentales para que la editorial decidiera abrazar el mayor emprendimiento de su historia. La primera era que estaba capitalizada y venía enriqueciéndose desde hacía dos años con el extraordinario éxito de los fascículos. En ese año – de la Guerra de los Seis Días en Medio Oriente, de la creación del Cruzeiro Novo, de las canciones Ponteio, Domingo no parque, Alegria, alegria y de las colecciones de fascículos Gênios da Pintura, Medicina e Saúde y Mãos de Ouro– la empresa había tenido un buen desempeño. Había alcanzado una facturación bruta de 28 millones de dólares, lo equivalente a aproximadamente 200 millones de la misma moneda en 2016. A eso se le sumaba el éxito de varias revistas, que generaban ganancias considerables. La segunda razón era Realidade. Vendía casi cuatro veces más que el proyecto inicial de 100 mil ejemplares, que hubiesen sido suficientes para que fuera rentable. Además del lucro, le otorgaba a Abril prestigio periodístico –en parte compartido por Quatro Rodas y Claudia– y cierto peso político. Como si eso no bastara, contaba con aceptación por parte de un contingente de lectores muy expresivo, lo que demostraba que había un público en Brasil –que no era reducido– interesado en temas de la actualidad que ayudasen a entender mejor el país y el mundo en el que se vivía.
Esa era exactamente la misión de un semanario de información, basada en la fórmula inventada por dos recién graduados de la Universidad Yale, Briton Hadden y Harry Luce, que en 1923 lanzaron Time. Su propuesta constaba en presentar, de forma organizada, los hechos más marcantes de la semana. Con el pasar de los años, la revista pasó a tratar noticias en perspectiva, brindando al lector un marco con el que pudiese lograr una mayor comprensión, con la preocupación de narrar no lo que había pasado, sino lo que estaba pasando. Nació con una tirada de 12 mil ejemplares. Tuvo tan buen resultado que nunca paró de crecer. Así, mientras Abril se preparaba para intentar seguir con su modelo victorioso, Time sobrepasaba una tirada de 3,5 milllones de ejemplares por semana, concentrada macizamente en las sus- cripciones. En 2014, a pesar de la revolución de la internet, del irreversible avance digital y de las dificultades enfrentadas por los medios impresos, aún se mantuvo como la mayor newsmagazine del planeta, con cerca de 3,3 millones de copias cada siete días.
¿Para quién se haría la nueva revista? ¿Qué querrían encontrar los lectores en sus páginas? ¿Cuánto podría vender? ¿Cuánta publicidad podría atraer? ¿Qué tamaño debería tener la redacción? ¿Cómo se realizaría la distribución, prácticamente simultánea, en un territorio de la extensión de Brasil, con rutas precarias, escasas vías de ferrocarril y
La misión: reflejar temas de actualidad que ayudasen a entender mejor el país y el mundo