Para superar la comida chatarra
Hoy Nickelodeon estrena su nuevo reality show de cocina protagonizado por niños. PERFIL estuvo en las grabaciones en Miami, donde 88 niños compiten por un viaje.
Si a lgo re su me la s grabaciones de Food Hunters, el realit y culinario que se estrena mañana a las 19.30 por Nickelodeon, es que los chicos corren. Corren, a veces sobre barro, en la huerta edificada en las afueras de Miami, en las distintas pruebas que deben afrontar para seguir compitiendo. Corren también en la cocina, montada en el impresionante estudio que edificó Viacom en pleno centro de la ciudad que inmortalizara Tony Montana –ver recuadro–. Hay vértigo, y el imperioso deseo de llegar a la final.
La dinámica del envío es simple: cuatro equipos conformados por dos niños de entre 11 y 13 años –siempre de distintos países latinoamericanos, y una de las particularidades del programa es que al menos en las grabaciones que presenció PERFIL cada chico cocina lo que quiere a partir de los ingredientes de que dispone, con lo cual se conforma un menú multicultural– se enfrentan en un programa, eso se reproduce a lo largo de 11 envíos de 45 minutos –para los que se graban alrededor de 16 horas–, y finalmente habrá dos finales donde se enfrentarán los ganadores de cada certamen previo. El objetivo, además de salir en televisión, es el premio de que el triunfador viaje con su familia al Hotel Nickelodeon que se edificó en Punta Cana. Los ganadores de las etapas previas obtienen, en cambio, una beca para estudiar cocina.
El proyecto, presentado a la cadena por la chef venezolana Lorena García, fue aprobado por la gerenta de Nickelodeon Latinoamérica, Tatiana Rodríguez, y ya antes del estreno consiguió vender el formato a la casa matriz para que se realice con niños estadounidenses.
“Somos lo que comemos”, repetirá la chef Lorena, conductora del ciclo, quien reconoce que la centralidad que ha ocupado lo culinario en los medios se ha dado fundamentalmente en la última década por empuje de la televisión. “Antes, la comida era gasolina para mantener funcionando el cuerpo, y en los últimos años ha pasado a ser una experiencia, un arte culinario”, explica. Algo de experiencia tiene: en Colombia “les enseñamos cómo comer sa ludablemente a niños de las escuelas públicas; aprender a ser más abiertos con la comida es tan importante como aprender matemática”. En relación con el envío, asegura que el principal objetivo es “que los niños entiendan que la comida no viene del super-
“En los últimos años la comida pasó a ser una experiencia.” (Lorena García)