Dos víctimas de la violencia de género se animan a contar su drama en el cine
Mara Avila filma un documental sobre el femicidio de su mamá, en 2005. Y este año se estrenó No me mates, con la historia de Corina Fernández.
“A 11 años y tres meses del femicidio de mamá, salgo de casa vestida de negro, con paraguas y mi querido pañuelo violeta”, escribió Mara Avila (36) el miércoles en las redes. Ese día, fue una de las miles de mujeres que salieron a la calle a decir basta a los femicidios y a la violencia machista, y lo hizo desde un lugar especial. Junto con sus compañeras de danza prepararon una performance, para “ponerle el cuerpo” al reclamo. “De eso quiero que hable mi documental, de poner el cuerpo”, dice Mara sobre Femicidios, un caso múltiples luchas, la película que realiza junto a la cineasta Carolina Reynoso, donde busca contar en primera persona el femicidio de su mamá, María Elena Gómez, apuñalada en 2005 por quien era su pareja, Ernesto Jorge Narcisi, condenado a nueve años –que luego fueron ocho– por homicidio simple. “Cuento qué pasó con mi mamá y hago el recorrido de estos más de 11 años de lucha y de duelo”, dice Mara, que empezó a hablar en público del tema hace poco, con la idea de sumar. “Me lo impuse hace dos años, cuando quise hacer este documental, para que esta experiencia traumática, que es mía pero también de muchas mujeres, sirva. Se sufre cierta exposición pero busco visibilizar las víctimas colaterales”, dice.
María Elena tenía 53 años y era profesora de inglés, y sus alumnos le decían Miss Mariela. Al momento de su femicidio, se habló en los medios de “crimen pasional”, y ése es uno de los focos sobre los que Mara, comunicadora social, habla en su documental. “En ese momento no se hablaba de femicidio, y si bien hubo muchos avances, todavía falta, y la forma en que se divulgan algunos casos nos victimiza aún más”, dice.
En agosto de este año también se estrenó la película No me mates, del director Gabriel Arbós, que cuenta también la historia de Corina Fernández, a quien su ex le disparó en 2010 en la puerta del colegio de sus hijas. Tres balazos impactaron sobre Corina, que se salvó de milagro. Todavía tiene dos balas en el cuerpo. Su caso fue emblemático porque fue el primero en considerarse tentativa de femicidio para condenar a 21 años a Javier Weber. “La película fue una idea mía, mi caso fue considerado referente, por la connotación judicial que tuvo”, relata Corina, que había hecho ochenta denuncias contra su ex que no fueron escuchadas. “Fue como una muerte anunciada”, dice ahora.
En la película puso el foco en mostrar la violencia psicológica y visibilizar “lo que no se ve”, para que “las personas que estén transitando la violencia puedan reconocerla”. Además, desde su trabajo en la Asociación Argentina de Prevención de la Violencia Familiar asesora a mujeres que pasan por situaciones similares: “Mi mensaje siempre va a ser una mujer que no se calle, y pida ayuda, y creo que la sociedad está más concientizada, pero todavía hay una Justicia que no acompaña con medidas fuertes”.