Por Angelici, Carrió agitó a Cambiemos
La diputada desató la furia de legisladores del Pro cuando detonó el acuerdo parlamentario para reformar el ministerio Público fiscal. aseguran que la jugada impidió un reparto de magistrados con el presidente de Boca.
Los actores principales vuelven a ser los mismos. A sí como el caos político que se suscitó. Elisa Carrió desató la furia de sus aliados, en especial, del PRO, y detonó el esquema de acuerdos parlamentarios del oficialismo con el PJ cuando supuso que la reforma del Ministerio Público Fiscal y las jugadas en materia de designación de jueces tenían, dentro, a un caballo de Troya con nombre y apellido: Daniel “el Tano” Angelici. Una historia que vuelve a conjugar política, justicia y operadores.
El clímax de la pelea se desató esta semana cuando se cayó el acuerdo que tejió durante casi medio año el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, con Sergio Massa y el senador Miguel Pichetto, cuyo objetivo era, a priori, remover a la procuradora kirchnerista, Alejandra Gils Carbó, con la reforma del Ministerio Público En realidad cuando uno mira lo que iba a ser la reforma, podía tender a que la política distribuya fiscales, y ése fue el tema”, cuenta uno de los laderos de Lilita a PERFIL. “El temor de Carrió estaba sustentado en que ya se están designando jueces en el Consejo (de la Magistratura) y hay algunos que son de terror”, agrega. Inconstitucional. De hecho, antes del dictamen que vetó Carrió, la propuesta que había emergido era crear una suerte de “mini Consejo de la Magistratura” en el seno del Congreso a través de una comisión bicameral donde existía la posibilidad concreta de una repartija de cargos. La sombra del Tano, allí, podía ser decisiva. Finalmente, se decidió acotar las funciones de la Bicameral pero esto no contentó a Carrió.
“Lo de la designación de fiscales por concurso fue mejorado. Pero la ley hacía agua en la posibilidad de crear fiscalías especiales, traslados y subrogancias que se queden con causas”, agrega la misma fuente del partido de la diputada chaqueña. Es decir, la forma que eligió el kirchnerismo para mover fiscales a su antojo. Esa facultad que tiene .“ la procuradora se la apropiaba la comisión bicameral. Lilita fue clara: la Bicameral controla pero no cogobierna.
La inconstitucionalidad quedaba a un paso. Eso mismo le dijeron al presidente Mauricio Macri varios miembros de la mesa jurídica de la Casa Rosada. El Presidente, en este contexto, no se inmutó: no llamó ni a Monzó ni a los habituales interlocutores con Carrió para reclamar nada tras la caída del proyecto. Tampoco lo hizo, y esto sí resultó más curioso en el macrismo, el ministro de Justicia, Germán Garavano, quien venía articulando parte de los cambios. Muchos en el Congreso se preguntan si el ministro de Justicia comparte la mirada anti Angelici con la diputada chaqueña.
Ante esto, tanto Massa como Pichetto fueron claros con Monzó: “Hicimos el esfuerzo por apoyar una ley del Ejecutivo y terminamos como cómplices, es una locura”.
La bronca de Monzó se escuchó esta semana en Casa Rosada. “Arréglense ahora”, alcanzó a decir. Su enojo mayor no era este proyecto, sino cómo se desarmó el calendario de iniciativas que había diagramado hacia fin de año. Pero, otra vez, la pelea Angelici-Carrió metió la cola.
la bronca de monzó se escuchó en casa rosada. “arréglense ahora”, dijo