Chefs argentinos organizan una ‘comilona’ en singapur
Trabajan en los restaurantes más importantes del mundo y junto a colegas que viajaron desde Argentina buscan dar a conocer la gastronomía local.
A Federico Heinzmann siempre lo tentó la libertad de la cocina, por “ese lenguaje universal que permite comunicarse con otros sin la necesidad de hablar el mismo idioma”. Comenzó con una pasantía en el País Vasco y actualmente dirige la cocina del New York Grill en el Park Hyatt de Tokio, Japón.
Fernando Navas decidió irse a trabajar afuera durante unas vacaciones con un amigo en Pinamar. Ahora maneja Balvanera, su propio restaurante en Nueva York.
Diego Jacquet confiesa que fue un libro de Marco Pierre White, un chef estilo rockstar, lo que lo impulsó a viajar. Hoy está a cargo de un restaurante en Londres y otro en Singapur.
Algo similar sucedió con Hernán Luchetti, quien asegura “que trabajar afuera está en el ADN de todos los cocineros”. Dejó el país tras la oferta de una empresa española. Ahora es el jefe de cocina del Cellar de Can Roca, considerado uno de los mejores restaurantes del mundo.
Estos cuatro chefs argentinos que triunfan en el exterior forman parte de Comilona, un evento que tuvo lugar esta semana en Singapur, con el objetivo de mostrar lo mejor de la cocina de nuestro país.
“El mundo de la gastrono- mía está sufriendo cambios supersónicos. El hecho de que la cocina latinoamericana esté un poco más posicionada y que la gente se interese sobre el gran trabajo que han hecho Perú y Brasil, abre una puerta. Sin embargo, Argentina toda- vía está en pañales, se la sigue asociando con la carne, el asado, el vino malbec”, asegura Jacquet. Luchetti coincide: “A nivel mundial es el asado lo que predomina, vayas donde vayas siempre nos relacionan con la carne. Es como el cevi- che para los peruanos o unos tacos para los mexicanos”. Identidad. Todos afirman que hay muchísimo por hacer y ése fue uno de los objetivos de este encuentro en Singapur, en el que trabajaron junto a otros colegas que tienen sus restaurantes en nuestro país, como Soledad Nardelli, de Chila. “Hay muchísimos cocineros argentinos que están en Europa que son muy talentosos, buscamos que aprendan cosas nuevas de los que están en Argentina. El cocinero ya no se queda en su cocina, visita a otros colegas, intercambia ideas. Yo conocí muchos más argentinos cocinando en Europa, que colegas estando en Argentina”, asegura Jacquet, uno de los impulsores de Comilona.
Al hablar de una identidad gastronómica para difundir en el mundo el ejemplo de lo hecho por Gastón Acurio y otros en Perú se impone. “En Perú y en México, celebran la diversidad, es parte de su cultura. En Argentina no creo que haya sido así en su historia y de golpe queremos ser Perú. Tiene que haber una política de Estado con una apuesta fuerte y a largo plazo donde haya un proyecto general de la gastronomía argentina local y en el mundo”, asegura Navas, quien agrega que “los extranjeros nos identifican no sólo