Perfil (Domingo)

El 60% de los fallecidos en el aMba son cremados

Según datos de empresas funerarias esta práctica creció en los últimos años frente a los entierros, sobre todo por cuestiones económicas. Francisco sugiere conservarl­as en espacios “sagrados” como iglesias o cementerio­s.

- JOSEFINA HAGELSTROM

la Esta semana el Vaticano emitió un comunicado que generó polémica, acerca de cómo los fieles debían manejarse con las cenizas de sus seres queridos. Es que en el mundo, cremar a los muertos y luego esparcir sus cenizas en entornos especiales, ya sea de la naturaleza como el mar o el río, o con algún significad­o particular, son una práctica habitual. Ahora, sin embargo, la Iglesia determina la prohibició­n a los fieles de la “dispersión” o “conservaci­ón en el hogar” de las cenizas de los fallecidos, al punto que a quienes lo hagan les negarán las exequias.

“Para evitar cualquier malentendi­do panteísta, naturalist­a o nihilista, no será permitida la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma”, reza el comunicado emitido esta semana, donde además se reconoce que “la cuestión de la cremación registró un significat­ivo desarrollo en los últimos decenios”, y que si bien no prohíbe las cremacione­s, sí alienta a que quienes lo realicen guarden las cenizas en lugares “sagrados”, como los cementerio­s. Además, sostiene que la sepultura es una práctica que “favorece el recuerdo de los difuntos”.

En el país las cremacione­s vienen creciendo en los últimos años, y sólo en la Ciudad y en el Gran Buenos Aires representa­n un 60% respecto de los entierros que se realizan, y en ciudades como Rosario, el pedido por cremacione­s creció un 500% en los últimos años.

Quienes trabajan en el sector explican que los motivos son varios, aunque el factor económico es el principal: mientras la cremación puede costar entre cuatro mil y cinco mil pesos, sin gastos posteriore­s, mantener una parcela en un cementerio puede llegar a costar entre 1.300 y cinco mil pesos cada seis meses.

A eso se suman cambios de hábitos en los ritos funerarios, y el modo en que las personas se vinculan con la muerte, donde eligen recordarlo­s de formas que no sean la visita al cementerio. Incluso cocherías y casas funerarias aseguran que tienen depósitos con ce- nizas de personas cuyos familiares luego no van a buscar.

Atentos al pedido del Vaticano, en la provincia de San Luis , por ejemplo, se abrirá el primer cinerario parroquial, que tendrá capacidad para albergar hasta 15 mil urnas de personas cremadas. En Buenos Aires, algunas iglesias tienen espacios para cenizas.

En tanto, algunos cemente- rios, como los del Grupo Jardín del Pîlar, ya ofrecían hace algunos años la opción de cremación con la posibilida­d de conservar allí las cenizas, en un espacio “sagrado”, como reza el comunicado del Vaticano, junto con una placa para recordarlo. En esos casos, los precios van desde los cuatro mil hasts los ocho mil pesos, según el lugar elegido.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina