Advierten que secuestradores ya exigen rescate por WhatsApp para que no puedan rastrearlos
Desde la Policía reconocen que es más complejo detectar la señal que la tradicional llamada. también usan otros canales, como el chat de Facebook o el correo electrónico, y hasta envían fotos como prueba de vida.
La mensajería instantánea no sólo cambió el paradigma de la comunicación en el mundo: también aggiornó viejas técnicas extorsivas de bandas de secuestradores. En México, donde se registran cerca de ocho mil casos por año, no es una novedad. Pero en Argentina sí: ya hay ataques de organizaciones delictivas en los que piden rescate por WhatsApp y hasta envían una foto de la víctima en medio del proceso extorsivo.
En lugar de llamar a un familiar de la víctima, el captor le envía un mensaje de WhatsApp o le escribe desde el servicio de mensajería de Facebook (messenger). También hay casos de negociaciones vía correo electrónico.
Para los detectives consultados por PERFIL, esta modalidad es mucho más compleja que el clásico secuestro que se negocia por teléfono. “No se puede intervenir un chat de WhatsApp”, responde un pesquisa de una división de ciberdelitos.
Es que la comunicación sale a través del plan de datos y va al servidor de WhatsApp, que lo procesa y lo envía. “¿A quién le pedís esa información? ¿A Fibertel? ¿A Speedy? Te dicen que no tienen ni idea. Ellos venden internet y todo lo que sale, sale con ruido”, afirma uno de los investigadores.
“El uso de la tecnología es un problema que estamos teniendo, y se torna cada más repetido y complejo”, sostiene. La Justicia tiene una debilidad en cuanto a la investigación porque la tecnología va mucho más rápido que el avance del Código Penal, del proceso de lo que se puede investigar.
Cuando se registra un secuestro con estas características, la División Antisecuestros de la Policía Federal Argentina (PFA) suele pedir colaboración al Departamen- to de Delitos Tecnológicos de la misma fuerza. La Unidad Fiscal Federal Especializada en Ciberdelincuencia, a cargo de Horacio Azzolin, interviene en los delitos que atacan a los sistemas informáticos, y los cometidos a través de di- chos sistemas.
Azzolin explica a PERFIL que la unidad que encabeza toma los casos en los que los fiscales les “piden ayuda, cuando necesitan asesoramiento técnico o diagramar una estrategia de investiga- ción en función del conocimiento que tenemos”. “Por WhatsApp no sólo pasan secuestros extorsivos –dice el fiscal–, pasan un montón de otras cosas, con lo cual ya vamos viendo que cada vez se usa menos el teléfono.