Una poética del extrañamiento
Escritos periodísticos,
En sus notas, Di Benedetto no establece complicidad con el lector: no busca ser amable con la escritura. Exige una disposición. La minuciosa y exquisita prosa que puebla sus ficciones es la materia de la que están hechas sus notas. Como cita Reales, tomando una frase de su cuento Los Reyunos: en su ciudad había “pocas palabras; muchísima desconfianza”. Esa parquedad oral y esa desconfianza se convierten en la sintaxis contundente y leve que exaspera, por momentos, y que funciona como el fondo sonoro y rítmico de una poética única.
El volumen, diverso, incluye, entre muchos textos, un análisis de las artes plásticas en Mendoza, una crónica sobre Pantallas y escenarios en Londres, un relevamiento cinéfilo en el Festival de San Sebastián, una inolvidable entrevista a Julio Cortázar en Mendoza (narrada como una mínima epifanía), una reflexión sobre el arte de Henry Moore y breves crónicas sobre los congresos de escritores de lengua española. El libro cuenta con anexos que presentan la escueta Autobiografía: “Prefiero la noche. Prefiero el silencio”; y también hay entrevistas que le hicieron a Di Benedetto mucho antes de la esperada y lenta consagración.
Es curioso el movimiento que realiza Di Benedetto como periodista. Sus textos se publicaban en Mendoza pero con sus viajes como corresponsal a Europa y a Estados Unidos dibuja un arco que va de la provincia al extranjero eludiendo el paso por Buenos Aires. En este sentido, el movimiento es similar al que hizo el santafesino Juan José Saer con su producción ficcional. Saer y Di Benedetto fueron dos autores que nacieron en provincias y que supieron crear una zona y encontrar el espacio escriturario para que la creación tuviera un lugar diferenciado. Di Benedetto encontró en el periodismo algo que no tenían sus ficciones mientras él vivía: continuidad. Aunque fue un trabajo que le permitió vivir hasta su detención, el oficio del periodismo no se convirtió, en la escritura, en la tara mecánica y rutinaria que nos hacen creer. Sus escritos dan cuenta de una prosa que se toma a sí misma como arte: así, cumple anticipadamente el deseo del periodismo narrativo actual y se convierte en su más secreto precursor.
Por el ímpetu callado y la originalidad escondida, Di Benedetto periodista es el continuador, por otros medios, de esa poética del extrañamiento y de esa prosa que entiende que la única patria posible está en la lengua.
Encontró en el periodismo algo que no tenían sus ficciones: continuidad