EL PARTIDO DURO, EN RIGOR, 24 MINUTOS. ESE FUE EL TIEMPO QUE TARDO BOCA EN HACER TRES GOLES
Es difícil, en este fútbol parejo e industrializado, casi producido en serie, tener ganado un partido en los primeros 24 minutos de juego. Sucede muy cada tanto, y cuando sucede, no deja de sorprender. Ayer en la Bombonera pasó eso: en ese tiempo, Boca le estaba ganando 3 a 0 a Temperley y había resuelto el encuentro. 24 minutos. Todo lo que vino después, incluso el cuarto gol en el segundo tiempo, fue decorativo, casi anecdótico.
Porque el equipo del mellizo Guillermo Barros Schelotto también lo sabía, y porque además tenía en mente el calendario: en cuatro días, Boca se juega el pase a las semifinales de la Copa Argentina frente a Rosario Central, el mismo equipo al que le ganó la final de ese torneo el año pasado, recordada por la triste actuación del árbitro Diego Ceballos (cobró un penal cuando la falta había sido un metro fuera del área).
La sorpresa por tener todo liquidado en tan poco tiempo se debió a que Boca se encontró con un endeble y desarticulado Temperley, que nunca pudo contener los ataques del local por los costados. En síntesis: el Celeste dio demasiadas ventajas y Boca las aprovechó, en buena medida, porque contó con un Carlos Tevez participativo y preciso, un Pablo Pérez que supo balancear el medio campo, y porque los delanteros fueron efectivos.
En los dos pr i me - ros goles, Tevez dio asistencias quirúrgicas. Y el tercero, de Aguirre en contra, originó una pelea generalizada. Boggino quería boxear a alguien, supuestamente porque Boca había sacado rápido un lateral cuando Alexis Zárate estaba lastimado. No había mucho de qué quejarse, y los rivales encontraron en esa situación una vía de escape. Una manera de descargarse por lo mal que la estaban pasando.
L a pr ueba más elo - cuente de que el partido ya estaba liquidado sucedió en el segundo tiempo, en el que hu- bo un casting de prueba organizado por el DT de Boca: preservó a Peruzzi (estaba amonestado) e hizo debutar, en el tramo final, a Nazareno Solís y Wilmar Barrios. El colombia no Barrios, que llegó desde el Deportivo Tolima, protagonizó algunas jugadas que generaron la expectativa bostera. Habrá que ver