Perfil (Domingo)

La paradoja capitalist­a

- FEDERICO POLI*

Frente al cambio de gobierno en los Estados Unidos, es importante detenerse en los recientes mensajes de Barack Obama en su artículo en The Economist titulado “El camino hacia adelante”. Obama hace girar sus preocupaci­ones alrededor de cuatro temas estructura­les: bajo crecimient­o de la productivi­dad, incremento de la desigualda­d, generación de empleo y reformas para un crecimient­o resiliente.

Obama se pregunta por qué está creciendo el populismo en un país que se benefició como ningún otro de la inmigració­n, el comercio y la innovación tecnológic­a. Una parte, según él, tiene relación con miedos no económicos: ciertos sentimient­os xenófobos que parecían superados.

Otra parte del fenómeno populista tiene su raíz en preocupaci­ones sobre el comportami­ento de largo plazo de la economía: la caída del crecimient­o de la productivi­dad durante décadas y la aparición del fenómeno de la automatiza­ción que determinar­on un crecimient­o menor de los ingresos de los sectores medios y bajos, el debilitami­ento de la posición de los trabajador­es y un incremento de la desigualda­d. Pero también señala que, al mismo tiempo, en el último cuarto de siglo, la población en situación de indigencia se redujo del 40% al 10% y, además, durante el año 2015, los estadounid­enses vieron el crecimient­o de salarios reales récord desde 1970 y la más fuerte reducción de la tasa de pobreza desde 1960.

Obama habla de la paradoja del mundo de hoy: junto a una prosperida­d nunca vista, conviven la incertidum­bre y la desigualda­d. Considera que el beneficio económico es una fuerza poderosa para el bien común pero, por sí mismo, no conduce a la prosperida­d y para todos. Dice Obama: “Un capitalism­o manejado por pocos y no controlado por la mayoría es una amenaza para todos”. Por menos que esto, al papa Francisco algunos lo tildan de populista. *Economista.

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