Una cuenta en Suiza conecta cuatro casos de corrupción kirchnerista
Un ex funcionario recibió y transfirió más de US$ 2 millones hacia offshore vinculadas a Báez, Jaime y los casos Lava Jato y Cerro Dragón. Se sospecha que canalizaba coimas.
Una cuenta en Suiza a nombre de un ex funcionario es una nueva punta del iceberg de la corrupción en las licitaciones públicas. Otro indicio de cómo funcionó el pago de coimas a funcionarios públicos y el lavado de fondos públicos a nivel internacional. Un ex miembro del Ministerio de Planificación recibió y transfirió desde una cuenta en Suiza más de US$ 2 millones en sólo cuatro meses. Son pequeños montos girados entre febrero y junio de 2011 que conectan cuatro casos de corrupción de los últimos 12 años: la ruta del dinero K, el enriquecimiento ilícito de Ricardo Jaime y las sospechas de pago de sobornos en el caso Cerro Dragón y en Lava Jato, en Brasil. Así pudo reconstruirlo PERFIL, tras el análisis de informes oficiales.
Esta cuenta en Suiza está siendo investigada por el juzgado federal de Sebastián Casanello. La pista surgió cuando los suizos detectaron una cuen- ta bancaria en el Banco PKB a nombre de Santiago Walter Carradori, un hombre señalado por Leonardo Fariña en su declaración como arrepentido.
Este ex funcionario fue gerente de Administración y Sistemas de la empresa estatal Enargas entre 1996 y 2004, cuando debió dejar la función pública tras una denuncia de usurpación de título universitario, como publicó el sitio BorderPeriodismo. Antes de ingresar en Enargas, Carradori había trabajado para Iecsa, la constructora de los Macri.
Fariña dio a Carradori un rol central de la maniobra de fuga y lavado de dinero de los Báez. Dijo que era quien compraba sociedades offshore y las ponía a funcionar para el empresario K. Por eso, Suiza envió a la Unidad de Información Financiera (UIF) los movimientos de la cuenta. La información, además, revela que Carradori podría haber operado para más de un kirchnerista.
En febrero de 2011, Carradori recibió tres depósitos en su cuenta. La firma Debruk SA, atribuida a Federico Elaskar, le giró casi US$ 500 mil. Luego, la offshore Rensen Corpora-