Francisco construye poco a poco su iglesia “del fin del mundo”
Bergoglio puso en funciones ayer a purpurados de los seis continentes, y criticó a “quienes quieren levantar muros, construir barreras y etiquetar a la gente”.
Diecisiete hombres de la Iglesia de seis continentes recibieron ayer la birreta púrpura cardenalicia de manos del papa Francisco, que progresivamente modela a su imagen el colegio de cardenales, ahora menos europeo y más comprometido con la justicia social.
El solemne consistorio (asamblea de cardenales) para diseñar un nuevo colegio cardenalicio se celebró en la Basílica de San Pedro.
Cada nuevo “príncipe de la Iglesia” se arrodilló de forma ritual ante el Papa para recibir su birreta, un tocado eclesiástico de forma cuadrangular, y su anillo de cardenal.
Al elegirlos, el Papa había dicho que quiere reforzar la “universalidad de la Iglesia”
Los cardenales sirven como asesores papales y eligen al sucesor del papa. Los papas tienden a seleccionar cardenales que comparten su visión del mundo y del papel que la Iglesia desempeña en la orientación moral de la humanidad.
Al revelar los nombres de los elegidos, el Pontífice había dicho que su elección refleja una vez más la “universalidad de la Iglesia”, en oposición a una tradición más centrada en el pasado en Europa, o incluso en la misma Italia.
Trece hombres de todos los continentes se convirtieron ayer en cardenales electores: tres europeos, tres estadounidenses, un mexicano, dos sudamericanos, dos africanos, un asiático y uno de Oceanía. Cuatro cardenales de más de 80 años tienen un estatuto más bien honorífico
Entre los nuevos cardenales había religiosos de Africa, Asia, Oceanía y América del Norte y del Sur. Sus países de Carlos Aguiar Retes (México) Kevin Joseph Farrell (Irlanda)