Tras el efecto trump, el debate es si conviene endeudarse con el fMi
PBI te pega un salto bárbaro. Le meten bomba al consumo anclando la inflación con un tipo de cambio apreciado. ¿Qué es lo que baja la inflación? La política del BCRA pero vía el tipo de cambio.
—¿Se sentirá en la calle la reactivación?
—No sé cuánta reactivación habrá. Vamos a terminar el año en recesión. Para recuperar 2% en promedio, tenés que crecer al 4%. Una tasa del 2% promedio se siente poco. Vamos a recuperar el nivel de actividad de 2015, y no era una fiesta. Pensá que así perdió las elecciones el anterior gobierno. Pero además es insostenible. En algún momento algún ajuste tenés que hacer porque, además, en algún momento te dejan de prestar. Vale la pena leer el último informe del Fondo Monetario Internacional, el de la revisión del artículo IV.
—¿Ir al Fondo es una opción?
—Después de leer el informe del FMI, ¡firmá con el Fondo! No son de mi gusto, no son de mi palo. Pero si el tipo de cambio se atrasa, tenés flotación, reservas que no son del otro mundo, con déficit fiscal más el cuasifiscal, el mercado te mira, te presta a tasa alta y en esas condiciones podés tener, como dicen los del Fondo, una crisis cambiaria, una disparada del dólar que provocaría una gran devaluación, que te tira abajo las expectativas inflacionarias y la credibilidad del Banco Central.
—¿Cuál es el mayor desafío?
—Más allá de todas las macanas que se mandó este gobierno, el kirchnerismo dejó una situación de por sí insostenible. La sociedad no deja hacer el ajuste. Estamos en una situación endemoniada, donde vas a tomar deuda externa para subsidiar colectivos.
—¿En 2018 sigue el crecimiento o la economía caerá?
—Estamos en el serrucho que empezó Kicillof. Si no construís un gobierno con más poder, no podés arreglar esto. La sociedad no te deja, no hay afecto societatis. Tenés que bajar el salario en dólares. Es imprescindible. No puede crecer la economía así.
—O sea que pasadas las elecciones, en su visión, o se devalúa y se vuelve al traspaso a precios, o se mantiene la situación actual de atraso cambiario…
—Y como diría Lavagna, corrés el riesgo de colapso, que es una palabra fuerte. Pero es una estrategia altamente riesgosa. Seguís en tránsito.
—¿El Gobierno es derecha ajustadora o kirchnerismo de buenos modales?
—Los dos tienen algo de razón. Son gente pragmática, equivocada desde el punto de vista económico, aunque ahora entienden un poco más… Y además, no los dejan hacer el ajuste.
—¿Faltó un ministro fuerte?
—No podés tener 25 tipos a cargo de la economía. Los errores son producto de que uno piensa una cosa y otro, otra. En un contexto de suba de tasas y alta necesidad de financiamiento para 2017, la idea de volver al Fondo Monetario Internacional (FMI) para conseguir fondos más baratos volvió a sonar entre los economistas cercanos al Palacio de Hacienda. La tasa de una colocación en el exterior estaría hoy por arriba del 6% mientras que el fondeo del FMI costaría menos del 3%. Pero el costo político de volver a financiarse con el promotor de los planes de ajuste de los 90 es alto y en el entorno de Alfonso Prat-Gay aseguran que no está en estudio.
En las reuniones privadas, sin embargo, algunos colaboradores sostuvieron que “es ridículo salir al mercado cuando el FMI presta más barato” pero reconocen que “no es el momento político” de plantear un regreso al organismo que fijó a lo largo de décadas condiciones y planes de ajuste fiscal para garantizar los préstamos de última instancia a la Argentina.
“Pensar en recurrir al FMI para financiarse más barato es no entender cómo funciona el Fondo”, explicó el ex director para el Hemisferio Occidental del organismo entre 1994 y 2002, Claudio Loser. “Si la Argentina va al FMI, es para pedir un programa, y ahí el Fondo puede juzgar que el plan de ajuste actual no es conveniente y pedir que se refuerce”, explicó quien negoció por el organismo los recortes fiscales con los go- biernos de Carlos Menem y Fernando de la Rúa.
“Volver al FMI implica aceptar condicionalidades”, señaló el director de la consultora E4D Economía, Agustín D’Attellis, para quien la rigidez de la política del Banco Central genera una trampa para el Gobierno. “Para cubrir el perfil de vencimientos de deuda del año próximo, en capital e intereses, el Tesoro necesita al menos US$ 33 mil millones”, sostuvo el economista, ex Gran Makro. “Se puede tener un Central con un esquema más expansivo, bien pensado, con financiamiento para el desarrollo. Hoy, si los mercados se cierran, ¿qué hacemos? La respuesta con el esquema actual es profundizar el ajuste en una economía donde el 80% depende del consumo inter no”. En el medio, el informe “moderado” para algunos economistas sobre la revisión de la economía argentina que hizo el FMI en el marco del Artículo IV lleva a algunos a pensar que el organismo se “flexibilizó”.
Para Loser, el acuerdo sería “favorable a la larga”, aunque reconoce que hay un costo político porque “financiarse con el FMI siempre ha sido controversial” en la Argentina. “Si hay voluntad de negociar, se podría llegar a un acuerdo. Depende de la forma de presentarlo. El Gobierno debería decir: éste es nuestro programa, no el del Fondo”.