Temer, sin abucheos ni aplausos
Pese a que había trascendido que no asistiría por temor a los abucheos, el presidente brasileño, Michel Temer, participó del velorio colectivo realizado ayer en el estadio del Chapecoense. Temer, quien declaró que la lluvia que cayó durante todo el día, fue una “señal” de San Pedro, admitió que decidió ir al velorio luego de ser criticado por los familiares. “Esta lluvia debe ser San Pedro llorando”, declaró Temer en el aeropuerto de Chapecó, donde recibió los cuerpos de los 19 jugadores, que luego fueron llevados en una procesión por la ciudad hasta el Arena Condá. Familiares de los jugadores habían criticado a Temer por su decisión de no ir al velorio en el estadio de Chapecoense, ante el temor de ser hostigado por el público, según informaron hoy los medios locales. El presidente confirmó su presencia apenas a las once de la mañana, “para no afectar a la organización” con el despliegue de su seguridad. La presencia en el estadio del mandatario, que no pronunció un discurso, fue recibida con indiferencia: ni silbidos, ni aplausos. Una diferencia ante lo que le sucedió en la apertura de los Juegos de Río, en agosto, cuando fue sonoramente abucheado. El presidente se mantuvo en pie, cerca de los familiares de las víctimas, bajo la carpa montada para ellos. No hubo protestas callejeras ante su presencia en la ciudad, como le sucede en casi todas sus apariciones públicas. El alcalde de Chapecó, Luciano Buligon, que lucía la camiseta del Atlético Nacional, fue aplaudido por la multitud al agradecer en su discurso la solidaridad del gobierno y el pueblo colombiano. Buligon citó a Temer, lo que no provocó reacciones de la gente en el estadio. Por el contrario, la mención del embajador de Colombia, Alejandro Borda, generó un fervoroso aplauso.