La caída del bienestar
Aves de paso Autor: Uwe Timm Género: novela
Otras obras del autor: Tras la sombra de mi hermano, Del principio y el fin, Rudi, el cerdito de carreras Editorial: Unsam, $ 220
El autor resulta el eje sublimado del personaje central: Eschenbach es su hijo o el reflejo deformado de la llegada a la madurez, pero con la sabiduría de una vejez entrometida, sin tapujos, capaz de decir lo que nadie se atreve. Es el amparo perfecto para el viejo loco al que nadie cuestiona ni contradice. Una voz certera, también inimputable. La acción se ubica en una isla de las aguas bajas del mar de Frisia, perteneciente al parque nacional, destino que Eschenbach eligió como último recurso para eludir al fracaso. Allí, como guardaparque, observando pájaros, tomando nota, lo que éstos dicen se entromete en el pensamiento cuando la noche es larga o el día extenso. El ave habla entre recuerdos que, vívidos, desandan una historia de amor, o más bien el descalabro de una histor ia de v ida. El ave como el pez de Günter Grass en El rodaba
llo, pero sin recetas de cocina, sin la historia de Alemania empujando como una máquina insoportable. Eso es lo que ocurre al leer; pero también, una intromisión sutil, lenta, digerible y hasta amable. La crisis de un país en un solo acto, un acto de aceptación, triste.
El faro distante, la marea que desciende cíclica, una carreta que trae provisiones cuando esto ocurre. Luego, el pasado que regresa como una reconstrucción lúcida desde la distancia de lo inevitable: la certeza de que todo es efímero, también que lo real acude tarde, en alguna medida es un epitafio de la causalidad. Aves de paso tiene el mérito de ser algo más que un testimonio del desastre social, de la caída intelectual, la desesperanza de una generación que vivió la ilusión de la izquierda y la desazón del bienestar. Acude a ella la falta de razón de cierta prosperidad efímera, cuando la tecnología aún era accesible y producía un prestigio enlazado a la riqueza. Eschenbach fracasa como programador, su empresa quiebra en la representación del saber, víctima de la especialización masiva. El ciclo resulta en angustia, donde los destinos se entrecruzan para, nuevamente, fracasar.
Arno Schmidt, su ética con el estilo. La presunta o imaginaria visita a T. S. Eliot (quien lo recibió negando su identidad, gran verosímil). Objetos de arte, citas literarias y filosóficas, constituyen un conjunto que diferencian a Eschenbach de su entorno, lo destacan. Estos elementos serán fundamentales a la hora de seducir a la esposa del arquitecto, la fémina atractiva, tan animal como racional, anclada en el arte. Un círculo así condiciona todo futuro en esa isla remota. Los recuerdos se acumulan: el esposo de Anna es arquitecto progresando en su esclavitud hacia los chinos, grandes inversores del futuro. Su novia polaca, descorazonada, se enreda con él. Algo así como un helicoide de pasión sin lógica, tampoco con racionalidad augusta. No hay venganza, tampoco revancha. Solamente abandono.
Antes de eso, el personaje habla por teléfono de manera obsesiva con su amigo inglés que, de manera sorprendente, remite a C. E. Feiling. En él anidan el humor y la certeza de una mente brillante. Más tarde asoma la muerte que hace alarde de la incertidumbre. La isla es la nave donde el personaje se refugia de su propia crítica sombría. No hay suicidio, tampoco crucifixión del ser, en alguna medida no hay filosofía ni acto que pueda redimirnos de la interrupción del falso éxito. Su hija es una “millennial” en formación, sus pa-
Aves de paso tiene el mérito de ser algo más que un testimonio del desastre social, de la caída intelectual, la desesperanza de una generación
dres unos penitentes de izquierda, algunos vecinos ya blanden la espada del islamismo ortodoxo. Todo está ahí, próximo al desastre. Como nosotros mismos, donde la racionalidad se reemplaza por la desesperación. ¿Hasta cuándo soportar la presión social? ¿Todos somos dignos como para evadir la crudeza de la vida en una isla entre aves de paso? ¿Quién está más cerca de la migración que la frustración ante el tiempo y su ineludible acción generalizada?