El 63% critica a macri por no haber cumplido sus promesas
El Gobierno arranca el año electoral con la necesidad de cumplir las expectativas de buena parte de la sociedad, que deposita confianza en una mejoría de la situación económica del país, a pesar de que todavía no la observa. Según una encuesta realizada por Polldata para PERFIL, casi la mitad de los entrevistados consideraron que los números van a estar “mucho mejor” o “algo mejor”, mientras que una porción menor piensa que eso no será así.
La aprobación de la gestión de Mauricio Macri supera el 50%, pero el porcentaje que desaprueba es alto: llega casi al 40%. Otro dato que seguramente tienen en cuenta en la Casa Rosada es que los consultados resaltan que Macri cumplió pocas promesas de campaña.
En 2016 hubo varios golpes al bolsillo y malas noticias para las clases media y baja. A criterio del Gobierno, eran medidas que debían tomarse por la “pesada herencia”. La promesa es que a partir de ahora la economía arrancará.
Para eso, el Presidente piensa volcar una cantidad enorme de recursos (511 millones de pesos por día) a la principal actividad generadora de empleo, la obra pública. Tal como publicó PERFIL en su edición de ayer, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, adelantó que este año “va a explotar la obra pública”.
Macr i está obsesionado con el tema porque sabe que la reactivación de ese sector permitirá la creación de empleo directo e indirecto, y el incremento del consumo. Un círculo virtuoso que hará que crezca la economía en tiempo récord.
Entre las provincias más beneficiadas están Buenos Aires y Córdoba. En 2017, en todo el país habrá 70 mil viviendas en ejecución, como parte fundamental del plan de obras. A eso se sumarán las de infraestructura.
La preocupación del Gobierno es llegar bien a las elecciones legislativas. Aunque no se trata de un resultado determinante, para el oficialismo es preciso sumar fuerzas en el Congreso, donde está en minoría, lo que lo fuerza a negociar todos los proyectos que necesita.
En medio del clima electoral, el presidente Macri resolvió cambiar a varios funcionarios de su gabinete y mantuvo a otros que estaban en la cuerda floja. A algunos los desplazó porque consideraba mala la gestión, y a otros por no “alinearse” al resto del gabinete. En otras palabras, por desobedecer al trío que manda en la Casa Rosada: el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y sus vices Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.
Las salidas más resonantes fueron las de Isela Costantini (Aerolíneas) y Alfonso PratGay (Economía). Y quedaron, aunque tambaleando, los ministros de Ambiente, Sergio Bergman, y de Salud, Jorge Lemus.
La otra acción política del Gobierno para llegar bien a las elecciones es fomentar la división en el peronismo, la única fuerza capaz de arrebatarle un triunfo sobre todo en la provincia de Buenos Aires, donde se concentra el 40% del padrón.