Duro relato de caos y desesperación en la trágica fiesta electrónica de arroyo seco
Tres testigos del evento de fin de año, en el que murieron dos jóvenes, declararon que sólo había agua en el vip y que los encargados se fueron antes de que terminara.
“No encuentro palabras. Para que te des una idea, caía agua de los vértices de ese techo y la gente se colocaba abajo y abría la boca para poder alcanzar un poco de líquido, era un desastre, desesperante lo que se veía, parecían animales”. El relato, que consta en la causa que investiga las muertes de dos jóvenes tras la fiesta electrónica de Arroyo Seco, Santa Fe, es parte de los testimonios a los que PERFIL tuvo acceso. Fallas en la seguridad, falta de agua, amontonamiento, asfixia y venta de drogas fue el contexto en el que se desarrolló el evento en el boliche Punta Stage. Estos son los principales Una de las dos víctimas fatales. Tenía 20 años. extractos de los testigos:
“Tipo 5 ya no había agua en las barras pero sí en la que tenía el vip, así que la gente saltaba y se metía para com-
Giuliana Maldovan, de 20 años, y Lucas Liveratore, de 34, fallecieron luego de consumir drogas sintéticas en la fiesta de fin de año que se llevó a cabo en el boliche Punta Stage, de Arroyo Seco.
Los domicilios de los organizadores del evento, Alan David Van Broock y Gino Piazzese, fueron allanados, aunque no se encuentran imputados.
El fiscal del caso, Mario Gambacorta, investiga si existió el delito de facilitación del local para venta de drogas. prar, ahí había lío. Casi ni te podías mover. En la fiesta sólo había dos ventiladores”.
“Había sólo una salida de emergencia identificada, que era la puerta de ingreso. Ahí había un techo chiquito y había mucha gente amontonada, por la lluvia, por lo que se hacía difícil también salir del lugar. El lugar no daba abasto para la cantidad de gente. No vi matafuegos ni nada parecido”.
“Había personas que les faltaba el aire y los amigos las apantallaban, pero el puesto sanitario estaba muy lejos y por la cantidad de gente que había era casi imposible llegar, al igual que con los baños”.
“Fue realmente un caos desde el principio hasta el final, la gente ya en el ingreso era descomunal. Las barras eran un desastre, los baños inalcanzables y la ventilación, nula. Sentíamos asfixia. No había aire. No había seguridad. Los encargados se fueron antes porque no podían enfrentarse a los reclamos de la gente”.
“Cuando se largó la tormenta, la gente buscaba no mojarse y el calor y el amontonamiento era aún peor, inhumano”.
“Cuando observamos ese panorama, todos sabíamos que eso iba a terminar mal, incluso era casi obvio que iba a derivar en muertes”.
“Debe haber habido una sensación térmica, no sé... casi de 80°. Nos rozábamos con todos. No fui al baño en toda la noche porque de verdad que no podía moverme de donde estaba, no podía ni avanzar ni retroceder”.
“Durante toda la noche, muchas personas vendían droga, diciendo ‘pasti’, ‘cocaína’ y ‘popper’ en la parte del vip, por eso todos pasaban y compraban ahí, el movimiento era constante y consumían allí, hasta vi cómo una persona se ponía un polvo blanco en la palma de la mano y le daba a otra para que lo aspire por la nariz”.
“Caía agua de los vértices del techo y la gente se colocaba abajo, era un desastre.”