Perfil (Domingo)

“Me quisieron enterrar diez metros bajo tierra, pero acá estoy feliz y libre”

La ex esposa del periodista Jorge rial se lanzó como conductora con un programa de radio “espiritual”. Dice que sufrió violencia de género y quiere ayudar a otros a salir.

- JULIETA MONDET

Seis de la tarde, Palermo. Acaba de salir de su clase de canto, adonde va desde hace seis años. Y que, incluso, en algún tiempo fue una actividad que compartió con una de sus hijas. Está más rubia que nunca, y esboza una amplia sonrisa. “Mis amigas me decían que antes vivía con cara de enojo. Y ahora ya no tengo más rasgos duros, eso es porque me liberé”, dirá sin tapujos con un agua saborizada de por medio a medida que la tarde cae y la charla se desgrana. “Estoy feliz, me perdoné y supe perdonar”, será una de las frases que dirá y que, asegura, da cuenta de un largo trabajo interno que dice haber transitado. Y que la llevó de nuevo al ruedo con un programa de radio: Reinas, princesas y algo más por FM Delta. Se trata de Silvia D’Auro. La ex mujer de Jorge Rial, quien tras una escandalos­a separación y unos cuatro años de silencio se animó a hablar de todo con PERFIL.

El sol ya recorta su figura contra la ventana del bar, aunque su vivacidad sigue intacta. “Con el programa trato de sacarle una sonrisa a la gente, de alegrarle el día. Hago entrevista­s con especialis­tas de la salud. Pero por sobre todo, lo que hago es un programa espiritual. Mi intención es poder rescatar a alguna persona que esté pasando por lo mismo que sufrí yo o parecido. Y para poder hacer eso primero tenía que ser feliz yo. Por eso, este programa en otro momento hubiese sido imposible”, afirma en lo que será un sinfín de confesione­s.

—¿Quién la rescató a usted de ese estado?

—Una señora que hoy ya no está, Beatriz. Yo estaba en una zanja, ella me agarró de la cabeza, me sacó y me dijo: “Vení, que la vida es otra cosa”. Era antropólog­a social, muy espiritual, había viajado mucho a la India y era una gran maestra. Entendió mi dolor y por eso me pude abrir. Claro que además de su intención hubo de mi parte un querer salir de donde me habían querido poner.

—¿De dónde?

—Diez metros bajo tierra. Pero Bea me llevó por el camino de la búsqueda. Ella fue madre mía en otra vida. Con ella hice registros akáshicos, Silvia en su programa radial. Y en una imagen con sus hijas con quienes, dice, de a poco retomó contacto. sofrología, neurolingü­ística.

A Jorge lo perdoné, pero antes me tuve que perdonar a mí. No me servía a mí no hacerlo. Ahora quiero ayudar a quienes hayan pasado por lo mismo que yo.

—¿Si mira hacia atrás cambiaría algo?

—No me interesa mirar hacia atrás; esto es de acá para adelante. Desandar el camino no sirve. A veces hay que cortar y empezar de nuevo. Estuve 40 años haciendo lo mismo; uno encuentra una zona de confort hasta que se enciende una alarma que advierte que algo no está bien. Y entonces tenés la posibilida­d de patear el tablero, con sus consecuenc­ias.

—¿Qué hizo que pateara todo como dice?

—No soportaba más el engaño, ni la mentira, ni la estafa moral. No era para mí.

Y ante la repregunta para que se explaye al respecto, levanta su mano, la lleva hacia su boca y hace el gesto que dibuja cierre hermético. Hasta que lanza un “Yo no estaba siendo feliz y quería serlo”.

—¿Tiene contacto con Rial?

—No, de ningún tipo. Entonces, pide volver a hablar de su presente.

—¿Cómo surgió el programa de radio?

—Tuvo que ver con una búsqueda interna; yo no soy la misma. Me liberé. Esa es la sensación. La cortina del programa es Libre soy (de Martina Stoessel). En un principio tenía el tema de Bebe, Ella, que está muy vinculado con la violencia de género. ¿Y yo qué tuve? –se pregunta–, porque nadie habla de eso. Nadie nunca va a hablar de eso, por quien tengo enfrente. Y ahora,

siento que desde mi lugar le puedo hacer el bien a alguien que se identifiqu­e y pueda salir a vivir.

—¿Está en pareja?

—No. No soy una mujer de muchos hombres, no me gusta. Mi cuerpo es un templo y lo cuido como tal. Esa cosa que ahora tiene la juventud de hoy con este, mañana con aquel no es para mí. Ahora estoy conociendo a alguien, un empresario de vinos. A sí soy feliz: si él viene a sumarme, bienvenido.

—¿Le gustaría formar una nueva familia?

—Es mucha responsabi­lidad, porque los hijos no son de uno, sino del otro, y cada uno tiene su forma de educarlos. Los padres no somos perfectos. A veces hay que tolerar más cosas, aprendí a tener mucha más paciencia.

—¿Cambiaría algo como madre?

—Yo esperé que mis hijas crecieran para separarme porque mis padres lo hicieron cuando tenía ocho años y sufrí, no entendí y no quise repetir la historia. Pero pasé de ser la mejor madre, esposa y empresaria a ser la peor de todas. No sé quién es el peor de los dos.

—¿Las extraña?

—Sigo en contacto. Pero paso a paso. Siempre estuve cerca, aunque ellas no supieran.

—¿Las aconseja?

—Cuando hablo y me cuentan qué les dice el padre, si me parece bien lo digo; si no estoy de acuerdo no opino. El tiempo cura todo. Aunque el tiempo de Dios no sea el nuestro.

—¿Qué le parece el novio de Morena?

—No opino de eso. No soy responsabl­e.

—¿Qué opina del by pass gástrico que se hizo?

— No pude opinar. Pero siempre traté de ayudarlas y contenerla­s. Fui y soy una mamá feliz. Hoy estoy bien conmigo. Tuve que trabajar mucho, sufrí mucho, pero lo logré y ahora espero poder ayudar a un montón de gente, incluidas ellas y el padre.

—¿En qué lo ayudaría?

— Ayer me pre - guntaban si lo perdonaría, si él me lo pidiera. Y yo ya lo perdoné porque a mí no me sirve no hacerlo. Antes me perdoné a mí. Y no es una frase hecha, hay que trabajarla. Las cosas que nos pasan son reflejos de nosotros y de nuestros mambos.

—¿Comperten los amigos de entoces?

—No, cambió todo y eso es sano.

 ?? FOTOS: SERGIO PIEMONTE ?? TODO TERRENO.
FOTOS: SERGIO PIEMONTE TODO TERRENO.
 ??  ??
 ?? CEDOC PERFIL ??
CEDOC PERFIL
 ?? INSTAGRAM ?? DEDICADO. Morena sigue enojada con su madre.
INSTAGRAM DEDICADO. Morena sigue enojada con su madre.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina