El papa advierte que en la iglesia “no somos príncipes”
Al recibir a una congregación polaca, Francisco subrayó que los sacerdotes “somos gente sencilla”, que se acerca a los pobres.
Los ministros de la Iglesia y sacerdotes “no somos príncipes, hijos de príncipes o nobles, o barones, somos gente sencilla, de pueblo, y por eso nos acercamos con la sencillez de la gente, a los pobres, a los niños enfermos”, afirmó ayer el papa Francisco.
“Esta simplicidad es el Evangelio: es la pobreza de Jesús, no la pobreza sociológica, la de Jesús”.
A sí, habla ndo de modo improvisado, el Pontífice se dirigió a los participantes del Capítulo General de la Congregación de los Clérigos Marianos de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
El Papa instó a los clérigos a que tengan “cercanía con la gente simple, como nosotros”.
“Los horizontes de la evangelización y la urgente necesidad de testimoniar el mensaje evangélico a todos, sin distinciones, constituyen un vasto campo de su apostolado”, insistió Jorge Bergoglio. Injusticia. En su alocución ante los miembros de esta congregación nacida en Polonia en el siglo X VII, Francisco afirmó que “muchos esperan aún conocer a Jesús, único Redentor del hombre, y no pocas situaciones de injusticia y de malestar moral y material interpelan a los creyentes”.
Anunciar la Buena Nueva y dar testimonio de ella, continuó, es “una misión tan urgente que requiere conversión personal y comunitaria. Sólo los corazones plenamente abiertos a la acción de la gracia están en capacidad de interpretar los signos de los tiempos y de acoger los llamados de la humanidad necesitada de esperanza y de paz”, enfatizó. Pobres. Para el Papa, el “testimonio cristiano requiere el esfuerzo con y para los pobres, un esfuerzo que caracteriza a su Instituto desde sus orígenes”.
“Los aliento a mantener viva esta tradición del servicio a las personas pobres y humildes, a través del anuncio del Evangelio con el lenguaje comprensible para ellos, con las obras de misericordia y el sufragio de los difuntos”, concluyó.