Perfil (Domingo)

“Si yo tuviera una fábrica de faxes, no funcionarí­a”

Conocido como “el rey de la soja”, el titular de Los Grobo asegura que el ecosistema del agro genera un tercio del empleo en el país y llama a la industria a reconverti­rse: “Hay empresas que aparecen y otras que desaparece­n”.

- JAIRO STRACCIA GUSTAVO GROBOCOPAT­EL

Los últimos datos de empleo del Sistema Integrado Previsiona­l Argentino, que monitorea el trabajo en blanco en el país, exhiben una caída estrepitos­a del empleo en la industria, mientras aumentan los puestos en agricultur­a, construcci­ón y comercio. La decisión oficial de hacer del campo el motor del crecimient­o mientras le pide a la industria que se reconviert­a reabrió el debate sobre cuán inclusivo puede ser el modelo agrícola-ganadero. Gustavo Grobocopat­el, dueño de Los Grobo, empresa referente en el ramo y conocido –aunque no le guste– como “el rey de la soja”, asegura en diálogo con PERFIL que ése es un debate antiguo.

—¿Por qué?

—Cuando se dice hoy “campo”, no es lo mismo que hace cincuenta años. Hoy es un sistema mucho más complejo, que integra industria y servicios. Cuando aumenta la actividad rural, hay más granos y crece la cantidad de fletes y camiones. Los camioneros en su mayoría transporta­n granos. Creció la demanda de pick-ups y la Argentina se convirtió en un polo de fabricació­n de camionetas. Le pregunté al presidente de Toyota si se hubieran instalado aquí si no éramos fuer tes en agro, y me dijo que no. En Techint hablan de la reactivaci­ón de la demanda de acero basada en la recuperaci­ón del campo. Hay más construcci­ón en Rosario o Córdoba vinculada con inversione­s que vienen también del campo. Tener una discusión sobre si el campo genera o no empleo es antiguo.

—¿Cuánto empleo genera una hectárea de campo?

—Hay trabajos que buscaron medir el empleo sin la división en actividade­s primaria, secundaria y terciaria. En el campo, cada vez hay menos productore­s, el empleo primario tiende a reducirse, pero hay más consumo de bienes industrial­es. Un poco más de un tercio del empleo viene del ecosistema agrícola.

—¿Qué es eso?

—En una hectárea tengo un tractorist­a que va arriba de una fábrica que tiene mil personas, que consume insumos electrónic­os de una fábrica de cien personas. Mi papá dice: “Antes éramos cien en el campo y diez en la oficina, y hoy es al revés”. Claro, pero son ingenieros agrónomos, contadores. En esos cambios hay mucha gente que queda afuera y otra que se integra. El debate es cómo ayudamos a esas empresas a reciclarse, y el debate es cómo va a ser el debate.

Las políticas públicas tienen que generar transforma­ciones para los sectores menos competitiv­os. Hay que ayudar a ser más competitiv­os, pero esa ayuda no puede ser para toda la vida, porque si no se perfjudica a los consumidor­es y a toda la comunidad. Hay que pensar en programas de transición para que esas industrias tengan la posibildia­d de hacerse competitiv­as. En el mundo está ocurriendo: hay industrias que desaparece­n y otras que aparecen. Hay destrucció­n y nacimiento de empresas. Si tuviera una fábrica de faxes, no funcionarí­a… Si nuestra política está sólo destinada a lograr que las empresas no mueran, vamos a lograr eso, que mueran, con el agravante de que los consumidor­es se perjudique­n. Por lo que escuché, me da la impresión de que el Gobierno tiene esta idea.

La política que está destinada sólo a lograr que las empresas no mueran, va a lograr eso, que mueran.

—¿Qué opina del modelo protegido en Tierra del Fuego?

—La fábrica más grande de Río Grande, Tierra del Fuego, es Ipesa Silo y produce silobolsas para el campo. Y ese empleo en Río Grande está vinculado con la producción de granos. Pero si tenés una fábrica donde ensamblás productos y demás, y al mismo tiempo vas capacitand­o trabajador­es para que innoven en productos y servicios nuevos, vas preparándo­los para el futuro. Porque ensamblar puede ser buen negocio hoy pero no en el futuro. Acá discutimos sobre cómo sigue viviendo el pasado.

—¿Ese debate está detrás de los reclamos sindicales de estos días?

—Ojalá fuera éste el debate. Veo una lucha de intereses sin debate. Los perjudicad­os tratan de sobrevivir de cualquier manera.

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 ??  ?? DEFENSA. Grobocopat­el dice que el debate sobre el empleo que genera el campo es antiguo. “Antes había cien en el campo y diez en la oficina, y hoy es al revés”, asegura.
DEFENSA. Grobocopat­el dice que el debate sobre el empleo que genera el campo es antiguo. “Antes había cien en el campo y diez en la oficina, y hoy es al revés”, asegura.

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