‘trumpcare’, el plan de salud que borrará la reforma de obama
El presidente estadounidense impulsa una ley que dejaría sin cobertura médica a 24 millones de personas y generaría un ahorro fiscal de 330 millones de dólares.
Donald Trump prometió derogar y sustituir Obamacare, la ley de reforma de salud médica hecha por ex presidente Barack Obama, y lo está cumpliendo, con un plan propuesto ante la Cámara de Representantes por la Oficina Presupuestaria del Congreso, que podría dejar a más de 24 millones de personas sin cobertura en la próxima década.
Los republicanos debaten los detalles del American Health Care Act, que reducirá el déficit fiscal federal en más de 330 millones de dólares en los próximos diez años. La polémica propuesta, apodada “Trumpcare” porque cuenta con el respaldo del presidente, quita el requisito que las empresas tienen de ofrecer seguro médico, al tiempo que elimina la multa a los ciudadanos que no se enlistan en una aseguradora.
“Sólo porque todos sabemos que está en sus últimos días, las noticias falsas están in- tentando decir cosas buenas sobre la ley. Pero no hay buenas noticias sobre Obamacare. Obamacare está muerto”, dijo Trump el viernes después de una reunión con congresistas republicanos.
La meta del nuevo plan es bajar el precio de los seguros médicos en todo el país, pero un estudio de la Fundación de la Familia Kaiser sostiene que las personas mayores y con bajos recursos podrían sufrir mucho en aquellos Estados que tienen primas de seguro más altas. En cambio, los jóvenes con sueldos más altos serían beneficiados por el plan republicano. La diferencia en las primas de seguro pueden llegar a ser de entre mil y tres mil dólares al año por persona.
Para los republicanos, derogar y sustituir el Obamacare fue un punto central en sus campañas y discursos en los últimos siete años, buscando el apoyo de las personas que no querían inscribirse a segu- ros de salud y de aquellos que vieron subir el precio de las prepagas. Con el control de la Casa Blanca y el Congreso, los oficialistas prevén aprobar el nuevo plan en el próximo año.
El proyecto propone ofrecer créditos fiscales, basado en la edad y los ingresos de las personas, para ayudar a los ciudadanos de bajos recursos, que no tienen acceso a seguro en sus trabajos. Trump y Paul Ryan, el líder de la Cámara de Representantes, aseguraron que su plan demuestra que los mercados pueden primar sobre el control gubernamental a la hora de ofrecer asistencia médica. 24 de febrero, la Casa Blanca había informado por primera vez que impulsaría el proceso de licitación del muro.
Hasta ahora unas 700 empresas han expresado interés en la construcción del muro fronterizo, entre ellas la mexicana Ecovelocity, que tiene su central en la ciudad de Puebla. Dónde estará. De acuerdo a lo que informó el gobierno de Estados Unidos, la construcción comenzará en los puntos fronterizos de El Paso, Texas; Tucson, Arizona; y El Centro, en California. Esos enclaves estadounidenses comparten frontera con las ciudades mexicanas de Ciudad Juárez, Nogales y Mexicali, respectivamente. Financiamiento. El monto total de la pared divisoria puede costar desde 8 mil millones de dólares –según la estima-
Medicaid, el programa que da cobertura a más de 72 millones de estadounidenses, entre ellos ancianos, niños y discapacitados, podría ser recortado bajo el nuevo plan. Trump y los congresistas propusieron limitar la cobertura que los beneficiarios pueden recibir gratuitamente. ción inicial de Trump– hasta los 21.600 millones, según los últimos cálculos del Departamento de Seguridad Nacional.
El presidente norteamericano aseguró que si bien el Congreso de Estados Unidos puede adelantar el dinero para comenzar con la construcción, el costo total correrá por cuenta de México. Negativa. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, aseguró que lamenta la decisión de Trump, y afirmó: “México no cree en los muros. Lo he dicho una y otra vez. México no pagará ningún muro”.
En tanto, el presidente de Estados Unidos desoyó esa declaración y adjudicó en el presupuesto federal presentado esta semana 1.500 millones de dólares para comenzar la construcción este año, mientras que previó 2.600 millones adicionales para 2018.