Buenos aires, entre las cien ‘ciudades resilientes’ del mundo
El programa incluye aprender a enfrentar catástrofes climáticas y problemas como el tránsito, dice Zapata (der.). Convertirse en una ciudad “preparada para participar en los impactos severos que pueda recibir, desde desastres naturales hasta fallas de la infraestructura o epidemias y enfermedades” es el próximo objetivo de Buenos Aires, que desde hace dos semanas ya tiene en funcionamiento una dependencia oficial que trabajará para transformarla en una de las cien ciudades resilientes del mundo.
¿De qué se trata? “Son urbes que se preparan y anticipan, que prevén su futuro y planifican de otra manera para hacer frente a sus problemas”, explica Eugene Zapata, director regional para América Latina y el Caribe de 100 Resilient Cities, una iniciativa global que funciona desde 2014, impulsada por la Fundación Rockefeller. Además de Buenos Aires, Santa Fe es la otra localidad argentina que integra el listado. “Participar de la red permite que se aborden las dificultades de forma integrada entre todas las áreas que administran una ciudad, para que un solo proyecto resuelva varios problemas a la vez”, agrega.
“Buenos Aires trabajará en desafíos para los próximos treinta años, pero no sólo aplicados a fenómenos naturales sino también a otros temas más sociales, que hacen a la integración de la Ciudad y que van a impactar, por ejemplo, en los empleos del f ut u ro”, ag rega Fernando Straface, secretario general del gobierno porteño y titular de la Oficina de Resiliencia local. “El equipo que armamos está formado por áreas sociales, económicas y vinculadas al espacio público. Involucra tanto al Gobierno como a instituciones de la sociedad civil, como las universidades. Queremos ver entre todos cómo puede hacer la Ciudad para transformarse. La resiliencia no está entendida solamente en cómo resistir, sino hacer de ese fenómeno algo positivo para quienes se involucren”, agrega Straface.
La primera semana de marzo, la Fundación 100RC dio un taller a más de 130 ciudadanos interesados en el programa, tanto del sector público como del privado, donde se abordaron los temas en los que Buenos Aires deberá trabajar. Los temas fueron debatidos en distintos á mbitos del sec tor privado, la academia y la sociedad civil, y se hizo un análisis de percepción.
Los más recurrentes tienen que ver con el uso del espacio público: el tránsito y la movilidad, las inundaciones que aún persisten en algunos barrios, el crecimiento acelerado de la urbanización, y su relación con la inequidad económica, y “la gobernanza, porque la Ciudad tiene una superficie, pero recibe diariamente a millones de personas de otras localidades. El desafío está en trabajar con una mirada más territorial del desarrollo urbano, más que administrativa”, concluye Zapata.