Condiciones de CFK.
Propone bajar su candidatura sólo si Randazzo acepta que ella borre nombres.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) visitará a Milagro Sala, la dirigente social detenida hace más de un año, acusada por delitos de corrupción. El gobierno nacional y los comisionados están coordinando la fecha, pero será antes de fin de junio.
La noticia se conoció ayer, al finalizar la sesión extraordinaria de la CIDH en Buenos Aires. El organismo internacional, que depende de la Organización de Estados Americanos (OEA), había recomendado revisar la prisión preventiva de Sala. Lo mismo había hecho el Grupo de Detención Arbitraria de la ONU.
La Casa Rosada respondió con una invitación para que la Comisión esté cara a cara con la dirigente social. Su defensa y algunos partidos políticos de la oposición –como también organismos no gubernamentales– sostienen que, más allá de analizar la culpabilidad de Sala en los delitos en los que se la acusa, la privación de la libertad no debe darse hasta tanto no haya una condena firme.
El argumento de la Justicia jujeña para mantenerla encerrada es que puede entorpecer la investigación y fugarse si es liberada. La preocupación de los organismos internacionales es que se estén violando garantías constitucionales. Hace dos semanas, Sala recibió la visita de los funcionarios de la ONU. Podría haber una eventual resolución de la Corte Interamericana solicitando la libertad de la dirigente. Pero antes podría haber una sentencia de la Corte Suprema argentina pidiendo su libertad. Lo cierto es que el asunto se volvió delicado para el oficialismo, dado que traspasó hace rato las fronteras y está en boca de juristas internacionales. Es posible que busque una salida “elegante” antes de las elecciones.