Ambigüedad inmigratoria
Los líderes del G7 reclamaron “esfuerzos coordinados a nivel nacional e internacional” para la gestión del flujo migratorio, al tiempo que defendieron “el derecho soberano a controlar” las fronteras. Así, se buscó un equilibrio entre la posición de Italia, uno de los mayores receptores de inmigrantes provenientes del norte de Africa y Medio Oriente, y de Estados Unidos, que busca levantar un muro en su frontera con México.
El G7 señaló que el flujo de inmigrantes y refugiados “a gran escala” es una tendencia mundial, una mención solicitada por Italia, que alegó que esta cuestión no es algo local. Además, manifestó que “la gestión y el control de los flujos migratorios requieren un enfoque de emergencia y a largo plazo”, pero distinguió el estatus diferenciado del refugiado y del inmigrante.
El control de las fronte- ras es reclamado por el Reino Unido y Estados Unidos. Por su parte, el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, dijo que la cuestión africana “captó el interés de todos los líderes a partir del propio Trump”. Y consideró que la mención del tema migratorio “reconoce el valor fundamental de la acogida humanitaria”.
La cumbre tuvo lugar en Taormina, localizada en el centro del canal migratorio del Mediterráneo, por el que en 2016 alcanzaron las costas italianas 181 mil inmigrantes.