EN EL DESAFIO DE LOS RECURSOS SHALE
YPF y la industria energética dejaron de mirar, hace tiempo, a los hidrocarburos no convencionales como una posibilidad. Hoy, desde el punto de vista del petróleo y el gas, tenemos en Vaca Muerta la principal formación de no convencional fuera de Norteamérica, una clara oportunidad (no la única) de alcanzar el autoabastecimiento energético.
Su desarrollo requiere, además de altos niveles de inversión, una operación sustentable enfocada en máximos niveles de productividad, eficiencia y competitividad.
En un momento crítico de la industria energética a nivel mundial, con precios del barril de crudo que oscilan entre los 50 y 60 dólares, la compañía alcanzó el break even (punto de equilibrio por encima del cual se obtienen ganancias) en un nivel por debajo de los 40 dólares por barril. Este hito convierte a YPF en un operador preferencial para llevar a cabo inversiones en no convencional.
Los últimos pozos horizontales desarrollados por YPF pueden compararse, en materia de productividad, con los mejores de la industria a nivel global. Gracias al compromiso, la tenacidad, el conocimiento y la experiencia de los equipos de trabajo, YPF consiguió aumentar la competitividad y la productividad y, en consecuencia, reducir los costos de perforación horizontal y estimulación hidráulica al llevarlos a menos de 8 millones de dólares por pozo. Este número está en línea con los valores alcanzados por las majors de la industria en los Estados Unidos.
Estos resultados impulsan al sector, que hoy necesita más inversiones para seguir en este camino de desarrollo y crecimiento. Estamos confiados en que podemos lograrlo si trabajamos, como lo venimos haciendo, todos los actores en forma conjunta: sindicatos, gobiernos y empresas. Tenemos que seguir trabajando como industria y como compañía para lograr operaciones sustentables a los valores actuales.
Cerramos el primer trimestre del año con una producción neta de shale, operada por YPF, que totaliza los 34.300 barriles diarios de petróleo, equivalente a un total de 555 pozos en producción, 8 equipos activos de perforación y 9 de workover.
En materia de gas, hemos ade- más logrado importantes resultados en nuestros proyectos de arenas tight en las formaciones Lajas y Mulichinco, en los desarrollos de Aguada Toledo-Sierra Barrosa, Estación Fernández Oro y Rincón del Mangrullo. Totalizamos una producción de 13,1 millones de metros cúbicos por día.
Sobre esta base, la apuesta para este año es expandir el conocimiento que tenemos sobre Vaca Muerta con el lanzamiento de diez nuevos proyectos piloto.
Para poder replicar en Argentina lo que está sucediendo en América del Norte, se requerirán más asociaciones con empresas comprometidas en iniciar proyectos de inversión rentables para el país. YPF, ya asociada con Chevron, Petronas, Dow Chemical y Pampa, cerró otros dos acuerdos con Shell y Schlumberger para el desarrollo de pilotos shale. Estamos convencidos de que éste es el camino a seguir. Es preciso invertir y atraer más socios para que el gas que hoy tenemos que importar lo podamos extraer de Vaca Muerta. Compañía integral. Nuestro objetivo es también convertir YPF en una empresa integral de energía. El plan estratégico de YPF contempla el impulso de la energía eléctrica, las energías renovables y la petroquímica. En este sentido, contamos con importantes proyectos de generación como lo son El Bracho, en Tucumán, con 800 MW de potencia, y los de Loma Campana, en Neuquén, con 215 MW.
En cuanto a la generación de energía renovable, dimos un paso clave con el inicio de la cons- trucción del parque eólico en Manantiales Behr, uno de los más grandes de la Argentina, que nos permitirá sumar hasta 100 MW al sistema interconectado.
En materia de exploración, pusimos en marcha un acuerdo con Statoil para la adquisición de sísmica 2D en el offshore argentino, que nos permitirá conocer más el potencial de nuestra plataforma submarina.
Finalmente, el sector petroquímico tiene un enorme potencial en Argentina y es un sector clave en la estrategia de crecimiento de la compañía en una industria competitiva a nivel regional. Creemos que YPF tiene una oportunidad única de convertirse en un competidor mayor de la industria petroquímica en Latinoamérica.