“nunca fui ni soy pro, me lo ofrecieron en 2013 y dije no”
El ex embajador apuntará a mostrar diferencias con el Gobierno y a romper el discurso polarizador. críticas a su ex socia carrió.
Martín Lousteau ya asumió que lo dejaron afuera de la alianza oficialista, pero lo considera “irrelevante”. “No me cambia el tipo de campaña que vamos a hacer”, asegura en una entrevista con PERFIL.
—¿La campaña será como en 2015, cuando era opositor al PRO, o es distinto ahora que fue embajador?
—No soy PRO, nunca fui PRO. Me ofrecieron ser PRO en 2013 y dije que no. Va a ser exactamente igual a 2015. Mismas convicciones y elección parecida. Implica, a nivel nacional, discutir las correcciones que hay que hacer, y a nivel local construir capacidad de auditar lo que pasa en la Ciudad.
—¿Las críticas que siempre hizo sobre prioridades en la Ciudad se están replicando a nivel nacional?
—Me parece que se parte de realidades distintas. La nación heredó una situación extremadamente compleja que tenés que resolver. La Ciudad sigue siendo la más rica de la Argentina. Y ahora recibió más dinero todavía. Sigo pensando que no se prioriza la salud o la educación. Es una ciudad más desigual. Y le cuesta mucho encontrarle la vuelta a la seguridad, ya tuvo dos jefes de la policía procesados.
—Es un discurso muy opositor como para haberlo podido plasmar en una primaria.
—No, son diferencias de una coalición que tiene centroderecha y centroizquierda. Y creo que Gabriela Michetti planteó estas cuestiones, con más pruritos, en 2015. Seguimos pensando lo mismo, pero hay otros que parecen haber modificado lo que piensan. — —Sí, principalmente. Quiero ver si sigue pensando lo mismo. Ella mudó muchas veces de parecer. Quiero saber si de las cosas que dijimos en 2015 sigue pensando lo mismo... del uso de la publicidad oficial, de los problemas en salud y educación. De cierta falta de transparencia. —
En la mesa nacional de Cambiemos se definió que los gobernadores tenían la potestad de definir la estra-
—Porque yo descreo de ese principio general. Creo que las listas, en una coalición que abrazó las PASO desde su fundación, las dirime la gente.
—En ese punto es donde dicen que es un capricho suyo.
—¿Preguntarle a la gente es un capricho? ¿Plantear las mismas reglas fundacionales es un capricho? A esta altura ya es irrelevante. No me cambia nada el tipo de campaña que vamos a hacer, los principios que representaremos, las cosas que voy a decir. No me cambia que se haya conformado Cambiemos o que lo hayan roto. Prefiero darles estabilidad a las convicciones.
—¿Y cuáles son esas con-
—No creo que sean distintos. Cristina, fueron los primeros cuatro meses de un gobierno que había prometido instituciones, ser Alemania, etcétera. Cuando vi que eso no estaba ocurriendo y no iba a pasar, renuncié. Felipe, además de ser mi amigo, estoy orgulloso de haber trabajado con él. Me consta que siempre defendió al Estado. Es un peronista muy republicano.
—Habla de fortalecer los partidos pero se presenta con uno al cual no está afiliado.
—Sí. Y estoy fortaleciendo al partido radical. Mirá como está la UCR porteña hoy y cómo estaba antes de 2013 y preguntate si está más fuerte o débil.
—¿Se arrepiente de haber sido embajador de este gobierno?
—No, primero porque los embajadores representan al país. Segundo, en mi caso fue en una circunstancia de un deterioro de las relaciones muy marcado con Estados Unidos y me parece que está a la vista cómo están las relaciones hoy.
—¿Terminó peleado con el Gobierno?
—No, las visiones distintas sobre un fenómeno no es una pelea. Entiendo que intentarán hacer campaña con eso, pero y entonces qué pasa con los otros ministros que van a renunciar para ser candidatos...
—Pero a ellos no los tildan de traidores.
—Eso es una campaña para el núcleo duro del PRO. Es una grieta interna para que no pensemos.
No me cambia que hayan roto Cambiemos. No me cambia nada la campaña que vamos a hacer, ni las cosas que voy a decir.