Un ingeniero cordobés creó un dron que pueden manejar cuadripléjicos
Daniel Sequeiros diseñó para su amigo agustín un sistema que permite pilotear el dispositivo sólo con el movimiento de la cabeza.
Agustín Zanoli tenía pasión por la velocidad, la moto, el cuatriciclo y el esquí en Argentina. Hoy cuadripléjico, obtiene su dosis de adrenalina piloteando un dron especialmente adaptado para poder moverlo con la cabeza y acelerar con la boca.
El 10 de enero de 2012, a sus 18 años y a casi un mes de terminar la secundaria, un mal giro sobre su cuatriciclo en las dunas de arena en Cariló terminó en tragedia. “Ya en el momento en que me accidento me doy cuenta de que algo malo pasaba, porque en el instante no me pude mover más, pero nunca pensé que iba a ser tan, tan grave”, recuerda Zanoli en una entrevista a AFP en su casa en Córdoba, ciudad donde a sus 23 años cursa el cuarto año de la carrera de Ingeniería Mecánica.
Lejos de doblegar su buen humor, aquel accidente lo incentivó a seguir adelante con sus planes: ser ingeniero, jugar al fútbol y, más recientemente, volver a sentir la adrenalina con un dron que alcanza hasta los 100 km/h cuando acelera con su boca y gira a las órdenes de los movimientos de su cabeza. “Manejar un dron de carreras me vuelve a dar la misma adrenalina que me daba el cuatriciclo o la moto. Esa sensación que genera es muy linda”, dice este chico risueño, alto, robusto y curioso por toda tecnología que le permita volver a sentir emociones como antes del accidente.
Daniel Sequeiros es el ingeniero aeronáutico que hizo posible que Agustín esté considerando incluso participar en carreras de drones, una actividad que está descubriendo luego de formar parte del seleccionado argentino de power chair, fútbol para personas en sillas de ruedas.
El encuentro fortuito de Sequeiros en un curso con un amigo de Agustín le encendió la chispa de adaptar un dron. Para maniobrar cualquier dron, tal como un videojuego, las manos son cruciales. “Así que cuando me dijeron que Agustín sólo puede mover la cabeza, lo primero que pensé fue que no podría porque necesitaba manejar un control remoto convencional”, cuenta Sequeiros.
Los drones de carrera, una disciplina deportiva como el aeromodelismo, que apenas empieza a conocerse en Argentina, son artefactos más chicos que los que normalmente se ven. La innovación clave que hizo Sequeiros fue crear un sistema de control de vuelo que mide movimientos de la cabeza y los transforma en controles para el dron.
Agustín logra sentirse en mov im iento y “saborea r ” adrenalina con este aparato que transmite, desde sus cámaras, a unas gafas “que son como una especie de realidad virtual, donde ves la imagen como si estuvieses arriba del dron” a más de 100 km/h, explica el ingeniero.
Otro dispositivo se coloca en la boca y, cuando él muerde, “acelera, y va más alto o más bajo. Esto le permite tener todo el control del dron y moverse libremente por donde quiera”.