La revuelta verde
Santos y eruditos Autor: Terry Eagleton Género: novela Otras obras del autor: La estética como ideología, La función de la crítica Editorial: El Cuenco de Plata, $ 290 Traducción: T. Arijón
Santos y eruditos es, hasta hoy, la única novela publicada por Terry Eagleton (Salford, 1943), ensayista, profesor de Literatura inglesa y militante, nacido en el seno de una familia obrera de inmigrantes irlandeses, marxista “practicante” (va a misa), conocido por su aguda y polémica práctica de la crítica literaria.
El texto se estructura de forma particular, por lo que parece necesario tener en cuenta las diversas coordenadas históricas, en las cuales se ubican los acontecimientos narrativos y el contexto en el que fueron escritos, publicados y leídos. La trama transcurre en 1916, durante y poco después de la Insurrección de Dublín. Tiene por protagonistas excluyentes a James Connoly, dirigente de la insurrección, Ludwig Wittgenstein, seguramente el filósofo más importante del siglo XX, y Nicolai Bajtín –hermano del crítico ruso Mijail Bajtin–, quien nos es presentado como el necesario exceso de lo que la vida ofrece. El trío se completa con otros personajes, tanto reales como ficcionales, no menores en importancia. Esta improvisada compañía de inconsultos actores le servirá a Eagleton para articular un engranaje teórico-político amplio y peculiar, en el que la dialéctica de los distintos puntos de vista operará como una constante provocación a pensar acerca de la razón y la revolución, el lenguaje y la acción, Dios y la esencia y la religión y el silencio, pero el que no perdura. Esta elección que pudo precipitar, por vicio propio tratándose de un teórico, un desplazamiento de la ficción hacia el ensayo estético, evitado este desplazamiento gracias a la pasión con que está escrita y a una gran dosis de humor, el cual, paradójicamente, nunca es negro.
Si no todo es ficción, entonces, lo que se presenta como fantasía adquiere una verdad que intenta explicar una realidad pura, en un momento preciso de la historia del siglo XX. Y si de pureza se trata, “todo aquel que hable de revolución pura no vivirá para verla”, dijo Lenin al enterarse del alzamiento de Pascua, y tenía (tiene) razón. Un levantamiento armado, poco organizado y sin contar con apoyo popular está destinado a fracasar, más aún, a fracasar trágicamente. Pero los revolucionarios irlandeses sabían que la tragedia no es otra cosa que una conspiración de la clase dominante, que entiende de victoria pero subestima el fracaso. ¿Qué ocurre cuando la propuesta es fracasar? El cuerpo se transforma en grito y justamente ahí radica la fuerza de la clase trabajadora, que –Beckett dixit– “fracasa de nuevo, fracasa mejor”, una y otra vez. Habrá profunda razón en esta historia: la extravagante rebelión del 24 de abril, que acabará en pocos días con el fusilamiento de sus dirigentes y el exilio de los que participaron, encenderá un fuego inolvidable en el corazón de ese mismo pueblo que poco antes la rechazara, y se recordará como el comienzo de la independencia de Irlanda.
Santos y eruditos fue publicada en 1987. Si bien en esos años ya se vislumbraba el derrumbe del bloque socialista y de parte del andamiaje teórico del marxismo, todavía no se tenía la certeza sobre encima de quién caerían los escombros del Muro. La pluma de Eagleton está cargada con la tinta de la posibilidad de una revolución que traiga algo de justicia, aunque también la puja intelectual que atraviesa el libro pone en negro sobre blanco que se trata de una apuesta.
La trama transcurre en 1916, después de la Insurrección de Dublín. Tiene por protagonistas excluyentes a Connoly, Wittgenstein y Nicolai Bajtín
Treinta años después, rumbo a ir peor y en crisis permanente, con la sensación de que resulta más sensato imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo, Santos y eruditos se edita en nuestro país y su lectura resuena en otra cuerda. Sorprende que no sorprenda su vigor pasional, su innombrable búsqueda de la felicidad que evita cualquier vano optimismo, para dar paso a una negra esperanza que torna y retorna con la promesa de una vida llena de sol.