ESTO ES SOLO FICCION”
La carencia de documentos audiovisuales hizo muy importante lo exacto que pueda ser el guión de Silvana Aguirre. Y para la autora, lo central es el aspecto público de la historia. Es cierto que, por más rumores que den vueltas, nadie sabe realmente lo que pasa en la vida privada del Chapo. Según sus propias palabras, “el balance de realidad y ficción fue uno de los retos más grandes”.
—¿Cómo se crea un guión equilibrado cuando el personaje principal es tan potente?
—La serie se basa en datos periodísticos como fuente de información. Contamos el surgimiento, establecimiento y ocaso del mito del Chapo Guzmán. También, tratamos de darles un contexto más grande a los hechos: cómo el mundo del narcotráfico involucra a un montón de socios, corrupción y condiciones para el negocio.
—Muchos de los políticos que aparecen en la serie siguen en actividad. ¿Tuvieron alguna respuesta de ese lado?
—No, gracias a Dios. Más allá de cualquier cosa, esto es ficción. Creo que las personas que se sientan involucradas son lo suficientemente inteligentes para darle el lugar que tiene a una serie de TV.
—¿Trabajaron con miedo?
—Siempre hay algún tipo de temor, pero también honestidad y profesionalismo para hacer la serie. No sólo porque se trata de un personaje controversial, sino por el contexto que le estamos dando a la historia, que abarca corrupción y política. Esperamos que se le dé el valor que tiene, pero que se tenga presente que es una serie de TV.
—¿Cuánto sirven los medios para entender a estas figuras?
—No queremos hacer apología ni juzgar. Tratamos de contar los hechos lo más cercanos posible a la realidad, pero mucho tiene que ver con la mirada del telespectador. Cómo recibe esa información, cómo funciona el político corrupto o el narco interno que cada uno tiene. La serie genera cuestionamientos, el planteo de qué cosas ve uno de uno mismo.