Chispazos con la UCR
El camino a las PASO supuso un escollo no deseado para el Gobierno: la realización de primarias en nueve provincias por el afán de la UCR de presentarse para competir internamente. La jugada despertó la bronca de los funcionarios del macrismo con el titular de la UCR, José Corral, y en menor medida con Ernesto Sanz, los dos interlocutores del radicalismo elegidos por el Gobierno.
Esas PASO contradicen de manera explícita la línea argumentativa que emanó de la Casa Rosada: que las primarias son caras y no tienen sentido. De hecho, ya está decidido que se intentará eliminarlas.
A pesar de los buenos oficios del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y su viceministro político, Sebastián García de Luca, el Gobierno no pudo imponer listas de unidad en los 24 distritos. Salvo en Capital, donde Cambiemos no existe como sello, en el resto del país la Casa Rosada buscó acuerdos hasta último momento. Corral les explicó que cada comité tiene su propia lógica provincial y que era muy difícil prohibirles la participación.
En el radicalismo sostienen que se trata de listas no avaladas de manera orgánica por la UCR. Lo curioso es que en muchos casos son los propios radicales, apoyados por la Casa Rosada, los que encabezan. Por ejemplo, en Entre Ríos Atilio Benedetti, o en Santa Fe Albor “Nicky” Cantard. Hasta en Santa Cruz Eduardo Costa tiene su competencia interna. Otro caso curioso: en La Pampa el macrismo había propuesto una lista de unidad con el radical Francisco Torroba a la cabeza. La propia división de la UCR terminó generando tres listas, una con el diputado macrista Martín Maquieyra, la avalada por Macri.