Una negociación que fracasó en evitar un punto de no retorno
El ex presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero pidió ayer al gobierno venezolano “nuevos gestos” para retomar un proceso de negociación política con los opositores, que se vio interrumpido en enero pasado por el supuesto incumplimiento de los primeros acuerdos. Sin embargo, la mediación fracasó horas después, cuando el presidente Nicolás Maduro le exigió al dirigente europeo que “rectifique el comunicado inconsulto”. “El principal responsable es el gobierno, a él apelo para que facilite la negociación con nuevos gestos, aunque sin la voluntad y la determinación de la oposición nada será posible”, rezó el comunicado del dirigente español, que fue difundido en la víspera de la elección de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Rodríguez Zapatero, que participó como mediador en la mesa de diálogo que cesó en enero y estuvo auspiciada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), dijo que esa votación es uno de los temas centrales sobre los que es necesario alcanzar una negociación y un acuerdo. El político español, que se reunió hace dos días con el opositor Leopoldo López, pidió “fijar nuevas garantías para que la Asamblea Constituyente se comprometa de forma inequívoca con el respeto a los principios de la República, a los poderes constitucionales y al sufragio universal como fuente exclusiva de legitimación del poder”.
Estos comicios son vistos por la oposición como un intento del presidente venezolano, Nicolás Maduro, por “consolidar una dictadura”. Sus detracto- res critican, además, que no se haya convocado un referendo previo a la Constituyente, como ocurrió en 1999 cuando se sancionó la actual Carta Magna.
Zapatero remarcó que Venezuela vivirá “horas trascendentales” que “deben transcurrir en paz”, como parte de un compromiso que le expresaron los responsables de ambos bloques políticos durante varias reuniones celebradas en las últimas semanas. Otras cuestiones a definir para reanudar las conversaciones, según el líder socialista, era la fijación de un cronograma electoral con fechas precisas para elecciones, así como “avanzar de manera urgente” en una Comisión de la Verdad para acordar liberación de opositores encarcelados.
Además, instó a acordar “de manera urgente” el procedimiento para poner fin al estatus de desacato que el Supremo impuso al Parlamento, de mayoría opositora, y un compromiso compartido para aprobar medidas económicas.