“La vejez no es sinónimo de pérdida de la memoria ni del aprendizaje”
Se recibió en la UBA y es uno de los mayores expertos en deterioro cognitivo y envejecimiento. Afirma que no tiene sentido usar fechas cronológicas para definir jubilarse.
Para 2050, una de cada cinco personas en Argentina tendrá 65 años y más, según datos del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía. El envejecimiento de la población es una realidad y plantea desafíos para la sociedad. “Hay que estar preparados, porque el numero de adultos mayores va a ir creciendo. No se puede negar a los ancianos ni dejarlos fuera del aparato productivo. Es importante cambiar la idea de la vejez. Redifinir el segundo proyecto de vida”, sostuvo el argentino Roberto Cabeza, uno de los máximos referentes en neurociencias cognitivas del envejecimiento.
“Hay que cambiar la visión sobre la tercera edad, ya que es un momento de empezar nuevos proyectos también productivos. No sólo es necesario para que los ancianos sean felices sino también para que la sociedad funcione”, agregó Cabeza durante su visita al país para participar del Seminario Internacional en Envejecimiento, organizado por el Hospital Italiano de Buenos Aires.
Cabeza estudió Psicología en la UBA, luego emigró a Japón e hizo un posdoctorado en neurociencias cognitivas en la Universidad de Toronto (Canadá). Desde 2001 es profesor del Centro de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Duke (EE.UU.), donde investiga los efectos de la edad sobre los mecanismos neuronales de la memoria y la emoción.
“Con la edad algunos procesos decaen y otros se reor- ganizan. El cerebro del anciano no es pasivo, reacciona al deterioro neuronal con una reorganización activa, usando reservas neuronales que no estaban siendo utilizadas al mismo nivel en los jóvenes. Por ejemplo, los adultos mayores tienden a usar más los lóbulos frontales que los jóvenes. Además, mientras que los jóvenes para muchas tareas usan primariamente un hemisferio, los ancianos en la misma tarea a veces usan dos. Es una mane-
ra del cerebro de responder al deterioro neuronal de manera activa”.
—Se suele creer que la vejez es sinónimo de pérdida de memoria. ¿Esto es así?
—No, es muy variable. Hay personas que se mantienen muy estables y no demuestran casi ningún cambio, mientras que otras muestran mucho más. También el momento en que eso ocurre es muy variable. Cuando uno mira los estudios, hay algunos ancianos que tienen memoria más alta que un joven de 30 años. Por eso no tiene sentido usar fechas cronológicas para definir cuándo uno se tiene que retirar o cuándo uno puede hacer algo. Porque hay tareas que una persona de 80 años puede hacer mejor que una de 30. —¿Sólo los jóvenes pueden aprender cosas nuevas?
—Es otra idea equivocada. Así como hay mucha variabilidad en las capacidades cognitivas, también en término de las