“Sin ciencia y tecnología va a ser difícil poder transitar el camino hacia el desarrollo en serio”
El actual director del instituto balseiro, centro académico que fundó su papá en 1955, recibirá el premio bunge y born 2017 por su trayectoria como docente e investigador.
Dirige desde 2016 el Instituto Balseiro, la unidad académica de excelencia que su papá, José Antonio Balseiro, fundó en 1955. Carlos Balseiro tiene 66 años, nació en Bariloche y es egresado de la Licenciatura y del Doctorado en Física de ese centro de enseñanza que depende de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo.
Por su extensa trayectoria en investigación y docencia, Balseiro recibirá el próximo miércoles el Premio Fundación Bunge y Born 2017, tras ser elegido por un jurado de expertos nacionales e internacionales. Entre ellos, el Premio Nobel en Física 2008, Serge Haroche. “Fue una gran sorpresa recibir el llamado telefónico. No lo esperaba ni lo soñaba. Me siento muy honrado, no sólo por lo que representa la Fundación sino por el gran jurado”, expresó Balseiro, quien está casado con una
“Deberíamos hacer más para despertar las vocaciones científicas que están latentes.”
docente en Química y tiene tres hijos.
Como investigador de la CNEA y el Conicet, trabaja en el grupo de Teoría de la Materia Condensada del Centro Atómico Bariloche. “La idea es estudiar las propiedades cuánticas de la materia. Las leyes fundamentales que rigen en la física de los materiales son conocidas pero las consecuencias de aplicar esas leyes pueden ser muy complejas. Las mismas leyes dan lugar a propiedades como el magnetismo, la superconductividad y todo eso, por supuesto, depende de detalles microscópicos, de cómo es la estructura electrónica”, le explicó el físico a PERFIL.
El Instituto Balseiro es uno de los grandes centros formadores de físicos e ingenieros de América Latina y germen de la empresa Invap. “Hacemos una selección de los chicos que se presentan para ingresar, ya que deben tener un ciclo básico de dos años de Física o Ingeniería en universidades públicas o privadas. Hay un examen y a los preseleccionados los entrevistamos antes de ofrecerles una beca. Trabajamos con grupos pequeños, son 15 estudiantes por carrera. Formamos profesionales para hacer investigación y desarrollo. Nuestro interés es fomentar el trabajo creativo, la posibilidad de innovar, de crear nuevo conocimiento”.
—¿Cree que hoy faltan vocaciones científicas?
—No sé si faltan o si no somos capaces de despertar las vocaciones científicas que están latentes en los chicos. To- dos los chicos tienen curiosidades y habilidades. Creo que deberíamos hacer más para despertar esas vocaciones. Nosotros organizamos concursos con colegios secundarios y hay chicos superinteresados. Son aquellos que han tenido la oportunidad de ver algo de ciencia en el colegio o en la casa. Hay que buscar la forma de que los investigadores se acerquen más a la escuela, pero también que la misma escuela puede dar respuestas.
—¿Los afectaron los recortes en ciencia? ¿Les preocupa?
—No su fr i mos recor tes en becas de grado. En ese sentido tuvimos apoyo. Es preocupante, sin duda, que la investigación a nivel nacional no encuentre una política de Estado que pueda definir con claridad para dónde va la ciencia argentina. Si el país no define la importancia de la CyT, va a ser difícil que podamos transitar el camino hacia el desarrollo en serio. Problemas tenemos que esperar, a lo que deberíamos aspirar es a tratar de resolverlos con una política a largo plazo. La ciencia no se improvisa. El país ha sufrido mucho en décadas anteriores, con universidades que crecían, se desintegraban y volvían a crecer. Esto no sirve, se necesita continuidad.