De administrar un hotel cinco estrellas a la quinta de Olivos
El viernes próximo arrancará la demolición del muro de fondo de la quinta de Olivos. La obra apunta a ganar un espacio público y verde, en la franja que da hacia la avenida Maipú. Si bien los promotores del proyecto son el intendente de Vicente López, Jorge Macri, y el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, la iniciativa coincide con la gestión de un nuevo habitante de Olivos. Se trata del empresario Matías Sapoznik, ex CEO de un hotel lujoso de Puerto Madero y administrador de la quinta presidencial desde enero pasado.
Licenciado en Administración de la UBA, Sapoznik se ocupa del funcionamiento dia- rio del predio, de casi 35 hectáreas, en el que viven Mauricio Macri, Juliana Awada y su hija Antonia. Sapoznik, quien también duerme en Olivos, tiene 77 empleados fijos a su cargo, sin contar la custodia, los agentes de la Federal y los granaderos. Su trabajo es ponerse al servicio de la familia presidencial: garantizar que los salones, jardines y cancha de fútbol estén en condiciones; organizar las compras semanales y resolver problemas que surjan, como el inesperado corte de luz de hace diez días.
Hasta enero pasado, cuando Macri lo designó vía decreto, Sapoznik era presidente de la sociedad anónima que gerencia el hotel Regal Pacific, de Puerto Madero, en el que una habitación cuesta $ 2.500 la noche. A pesar de ese antecedente, desde Casa Rosada niegan que vaya a imponer aires de hotel cinco estrellas a la quinta de Olivos. Su rol, explican, es meramente administrativo.
Su nombramiento, sin embargo, se dio poco antes del anuncio de una importante refacción. En mayo pasado, se conocieron detalles sobre la obra, que costará unos $ 30 millones. Según anunciaron, el derribo del muro lindante con la avenida Maipú permitirá ganar 14.500 metros cuadrados El viernes arranca la demolición de uno de los muros de la residencia presidencial. de espacio verde. Esa suerte de plaza alargada se llamará Paseo de la República. Se trata de un proyecto que Jorge Macri le había presentado a Cristina Kirchner. Ahora, con su primo en la Rosada, se facilitó la puesta en marcha.
Una vez que se tire abajo la pared, los bloques de piedra del muro se subastarán. Más a largo plazo, el plan incluye abrir partes del muro perimetral y colocar rejas para que se puedan ver los jardines desde afuera. Esta intervención en Olivos se suma a las refacciones que se hicieron el año pasado: el arreglo de la residencia principal, el chalet de huéspedes, un espacio destinado a los secretarios y un anexo presidencial. Demandó unos $ 18 millones.
Desde que se mudó a Olivos, en marzo del año pasado, Macri reinstauró un ritual varonil que se había abandonado en el mandato de Cristina: los partidos de fútbol, mezcla de relax y continuación de la política.