Familiares de víctimas de un cura abusador le harán juicio a la iglesia
Candela tenía 11 años cuando fue raptada y asesinada.
liciales o Casal reconocieron estas negociaciones paralelas? F: G:
No. Lo que sí reconoció Castronuovo, ante lo evidente, es que existían llamadas que vinculaban al Topo Moreira (un informante de la Bonaerense con vasto conocimiento de San Martín) con el Ministerio de Seguridad. Castronuovo sabía de Moreira, se había reunido por el tema de Mameluco Villalba, y la primera persona que menciona el papá de Candela es a Moreira. No era un nombre desconocido para la máxima autoridad de investigaciones de la Provincia. Por eso nososotros sospechamos de las negociaciones paralelas.
Hay un pacto de silencio que no se rompe.
Con el fin loable de que la nena apareciera, querían esa foto, pero sin tocar algunos sectores. No podemos afirmarlo como una sentencia condenatoria, pero tenemos indicios fuertes de que Castronuovo estuvo en una negociación con Moreira, un hombre vinculado al delito, con mucho conocimiento de San Martín,
F: G:
los vínculos y movimientos de Villalba y conocido del papá de Candela. Aparentemente, Moreira, pese a que era él el que estaba dando información para la captura de Villalba, pretendía enrostrárselo al papá de Candela. Andaba diciendo que Juancho andaba marcando “ranchos” para la policía con el fin de capturar a Mameluco.
—¿Esto podría haber motivado el secuestro de Candela?
Es una hipótesis. No importa si fue por piratería, por narcotráfico o por marcar casas a la policía, el secuestro estuvo vinculado al padre y el mundo en el que se movía.
Estamos convecidos de que a Candela la fueron a buscar porque era Candela.
G:
—¿La policía manejó la investigación?
G:
Se tuvo que haber prescindido de la Bonaerense en la investigación y recrear desde cero. Los familiares de los menores víctimas de abuso del cura Juan Diego Escobar Gaviria, condenado a 25 años de prisión efectiva por ese delito, iniciarán la próxima semana una acción civil colectiva “por daños y perjuicios” contra el religioso, la Iglesia católica y el arzobispado de Paraná.
La decisión de los familiares se concretará con el patrocinio del abogado Mariano Navarro, dijo Silvia Muñoz, mamá de uno de los menores abusados por el cura. Navarro representó a las familias durante el juicio al sacerdote de origen colombiano que cumple prisión efectiva en la Unidad Penal de Victoria y que ahora enfrenta un nuevo juicio por otro abuso cometido en la parroquia que tuvo a su cargo en la localidad de Lucas González.
“Vamos a plantear el resarcimiento de las víctimas”, sintetizó Muñoz y reveló que durante el juicio “nos interiorizamos acerca de que teníamos la po- sibilidad de hacer una demanda civil. Yo priorizo el tema del abuso y la condena, pero no estamos ajenos a lo que pasa en la sociedad que nos está defenestrando y sufrimos un enorme daño psicológico y económico”, contó sobre la situación de las familias de los abusados.
“El secuestro estuvo vinculado al padre de Candela y al mundo en el que se movía.”