LA SUPERGRIETA DE LAS DOS COREAS
El domingo 24 leí en la edición PERFIL Córdoba su informe redactado a las 2 am del sábado, ¡cuando usted dejaba Corea del Sur! Deseo sinceramente felicitarlo y agradecerle su valiosa información. Como cardiólogo, me fue muy útil y desearía contribuir sobre el “han” y “hwa-byong”. En 1990, los japoneses Sato y col. publican, por primera vez, un cuadro clínico muy semejante a un infarto agudo de miocardio severo, con algunas características distintivas: 90% eran mujeres, la gran mayoría entre 60 y 70 años, precedidos por un gran estrés emocional negativo, “broken heart” (agresiones físicas y/o sexuales, óbitos de familiares, catástrofes naturales). A propósito, este fin de semana, ya se han reportado dos casos de mujeres muertas en México por infarto (?). Otras veces, el gatillo o disparador del estrés era presuntamente positivo, “happy heart”: casamientos, reencuentros, vísperas de viajes, juegos de azar, etc., y en otros casos, no eran detectables los desencadenantes. En los hombres (10%), está ligado a otras causas, como el estrés físico (extenuación), drogas ilícitas (anfetaminas, cocaína), actos quirúrgicos por el empleo de simpaticomiméticos, accidentes, conflictos armados, etc. El estrés que percibe la corteza cerebral estimularía núcleos intracerebrales que regulan –a través de sus nervios simpático o adrenérgico, que aceleran, o el vago, que enlentece– la contracción ventricular. Lo más llamativo de este nuevo síndrome, dentro del campo de la cardiología clínica, es que los estudios de cateterismo cardíaco descartan enfermedad significativa de las arterias coronarias, llamando poderosamente la atención la manera inusual de contraerse en la sístole el ventrículo izquierdo, produciendo desde muerte súbita hasta cuadros símil infarto agudo (“hwabyong”), anomalía en la contracción que tarda semanas en recuperarse y, de no ser atendida y diagnosticada a tiempo, le puede costar la vida al paciente. Personalmente, pienso que es una inusual descarga de adrenalina y/o noradrenalina que contrae parte de la musculatura que integran las paredes del ventrículo izquierdo y de una manera regional, no global. Los profesionales japoneses asemejaron la morfología del ventrículo contraído a las vasijas de cuello angosto que usaban los pescadores del puerto de Hiroshima para capturar vivos a los pulpos (tako: pulpo tsubo: vasija). El pulpo metía la cabeza para curiosear en el interior de la vasija y después no podía salir. Actualmente, se comienzan a reconocer casos en todo el mundo, calculándose una prevalencia de unos 100 mil pacientes anuales en EE.UU. y otros tantos en Europa. En nuestra institución (instituto modelo de cardiología de Córdoba), en una tesis de uno de nuestros residentes, llegamos a reunir, desde enero de 2008, a diciembre de 2013, 18 pacientes que cumplieron los criterios de inclusión para esta enfermedad. Prof. Dr. César M.S. Serra cesarmjserra@gmail.com Lecturas recomendadas: Circulation Journal 2015;132:227229. t. lewis. New england journal of medicine c.templing col. 2015;373(10):929. c. templing & col. European journal of heart failure 2016;18:8-27. Jacc 2016;67(16):1937-1940. c. templing & col.