Ernesto Calvo, “el hombre litio”
El investigador del Conicet y director del Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (Inquimae) de la UBA, Ernesto Calvo, fue reconocido por el Premio Perfil a la Inteligencia de los argentinos en Ciencia y Tecnología, por su novedoso método para extraer litio de salares de altura, de manera eficiente, limpia y sostenible. “La ciencia es una gran aventura que puede modificar a la sociedad y, desde este punto de vista, no me siento premiado yo, sino mucha gente. Detrás de mí hay mucha gente que llegó acá por la educación pública y de calidad de la República Argentina que hizo que un nieto de un gallego pudiera ir a la universidad y destacarse”, expresó Calvo aprovechando la oportunidad para dejar un mensaje a los presentes: “Como lo he hecho en otras oportunidades solicito a las autoridades que no haya recortes, es más, que haya aumentos en los presupuestos de Ciencia”.
Calvo señaló que los países exitosos son los que más apuestan a la ciencia. “Argentina tiene casi tres investigadores científicos que publican internacionalmente cada mil habitantes de la población económicamente activa. Australia tiene nueve, Israel tiene 27, creo que no tenemos que explicar nada más”.
En una nota con Perfil.com, Calvo contó que en 2012 fue a Jujuy y vio en directo cómo se extrae el litio de salmueras de salares de altura. “El proceso es muy lento, lleva más de un año, un salar consiste en una capa de sal blanca y abajo de eso hay capas de salmuera. Lo que se hace es extraer con bombas esa salmuera y se la pone en piletas enormes, pero de muy baja profundidad”, explicó Calvo. El científico contó que el sol la evapora y de esa evaporación se van concentrando distintas sales y ocurre lo que técnicamente se llama una “recristalización fraccionada”, es decir, caen los cristales de cloruro de sodio. “Al final, queda una solución concentrada de litio, que se ha concentrado al sol durante meses. Ahí se agrega carbonato de sodio y precipita el carbonato de litio grado comercial, no batería, que debe ser purificado. Este proceso pierde enormes cantidades de agua, millones de litros de agua por cada tonelada de carbonato de litio que se exporta”, agregó.