El hombre que maneja la ‘inmobiliaria estatal’
Prácticamente desconocido hasta para el círculo rojo de los politizados, Ramón Lanús ocupa un puesto clave en el organigrama macrista. Desde la presidencia de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE, ex ONABE), recauda millones de dólares para financiar obras y mostrar a un Gobierno en marcha. Lidia con intendentes de todos los colores y apura una privatización por goteo en Capital y otras ciudades.
Los terrenos subastados por A ABE tienen como destino principal la construcción de torres. Una jugada que le garantiza un plus al macrismo: congraciarse con el poderoso mercado inmobiliario. Y si bien desde el organismo plantean su rechazo a las estrategias de cartelización en el real state, y hasta niegan el mote de inmobiliaria estatal, la Agencia ya vendió terrenos por casi US$ 220 millones. Y espera facturar otros 350 en próximos meses.
Recibido de abogado en la Universidad Austral, con maestría incluida en Georgetown, habitante histórico de San Isi- dro, con 38 años y cuatro hijos, Lanús fue criado políticamente en Recrear, la fuerza liberal de Ricardo López Murphy. Su salto a la militancia, hijo del derrumbe de 2001, fue hecho a contrapelo del clima de su familia. Al igual que Mauricio Macri con Creer y Crecer, tu- vo un paso previo por una ONG. Su etapa oenegeísta (especializada en microcréditos) le sirvió de transición. Sin abandonar su trabajo en la estadounidense Sempra Energy, firma con oficinas en Puerto Madero, decidió que la política sería algo más que un hobby caritativo. Se convirtió en un referente juvenil de Recrear. “Tenía mucha ambición”, recuerda un ex compañero. Tras quedar cerca del ballottage en 2003, Lanús iría abandonando su entusiasmo por el discurso de López Murphy. Apuntalado por Esteban Bullrich, daría un giro hacia la derecha aggiornada que lideraba Macri. En 2008 se for- malizó el divorcio: Recrear fue absorbido por el PRO.
Ya en el bando macrista, reportó para Horacio Rodríguez Larreta y también para María Eugenia Vidal y Carolina Stanley. Esas referencias le ampliaron el panorama. A fines de 2015, Marcos Peña le ofreció manejar la AABE, bajo control de su vice Mario Quintana.
Desde que asumió, afinó el inventario de inmuebles estatales: de 19.600 a 60 mil terrenos registrados. Por vía de cuatro decretos presidenciales, quedó autorizado a “enajenar” 87 inmuebles, repartidos entre Capital, provincia de Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Santa Fe, Salta y Jujuy.
Hasta el momento subastó 19 (15 en Capital), a cambio de US$ 219.662.000. Esa cifra se multiplicará en breve: la mayoría automática del oficialismo en la Legislatura porteña habilitó la venta de casi 7 hectáreas en Colegiales, y está a un paso de permitir la privatización de otras tres en Catalinas Sur. Días atrás, vecinos y organizaciones de La Boca rechazaron esa operación en una audiencia pública: exigieron espacios públicos y verdes de calidad.
“Nuestra única meta no es maximizar ganancias. Sí generar ciudad y desarrollo económico, incluso dando tierras para el plan Procrear”, afirma Lanús a PERFIL. Y ante las críticas retruca: “Son bienes públicos con uso escaso o nulo. ¿Podría ser todo destinado a espacio verde? Puede ser. Pero el contexto actual requiere creatividad”.