EL CASO BOUDOU
casi seguro que aprobarán los cambios propuestos. Es muy lamentable que el Presidente lleve al Congreso esa enorme contradicción con lo prometido en su campaña electoral y luego durante el programa de Reparación Histórica. Será alimento para las fieras de la oposición. La actual fórmula para la liquidación de los haberes fue dictada por una acordada de la Corte Suprema de Justicia para tapar, en su oportunidad, una pretendida manipulación del populista gobierno anterior en los fondos de las cajas de jubilación. Hoy se pretende ignorar de un plumazo el orden jurídico imperante mientras se mete a los ancianos dentro de las causas que frenan el avance del país y el ingreso de nuevas inversiones. Esos potenciales inversores ya dijeron que en Argentina no se respeta el orden jurídico y por lo tanto no habrá inversiones genuinas que se animen a venir. Los jubilados vemos con mucha sorpresa y tristeza cómo la piel de cordero deja entrever un asomo de las garras del lobo que, al votar a Cambiemos, pudimos imaginar que ya no volvería para alimentarse con la carne de los indefensos. Patricio MacManey <patomac99@gmail.com Amado Boudou es, sin dudas, una rara avis en el mundo de la política. Sin militancia dentro del PJ, apareció en el firmamento K como director ejecutivo de Anses, de allí trepo al Ministerio de Economía, y luego súbitamente el dedo de Cristina Fernández lo ungió como vicepresidente y compañero de fórmula, probablemente por eso de la tan mentada transversalidad y para reafirmar su criterio hegemónico y verticalista en la conducción del gobierno. Su gestión como vice pasó dentro de la opacidad que trasuntaba su trayectoria, sin molestar a Cristina Fernández, pero no pasó desapercibido dada su impronta personal muy lejos del acartonamiento de los funcionarios de turno, sus veleidades por la música y su apego a los romances con famosas, a la vez que intentó hacer un par de negocios con amigos aprovechando su carácter de funcionario, según varias denuncias que lo imputan, una de las cuales parece haberlo llevado a prisión por decisión de la administración de justicia. Parece que en la causa por la que se imputa a Boudou y lo lleva a prisión no existe auto de procesamiento ni tampoco indagatoria. Es decir, se ha salteado la etapa en que el juez se forma la convicción de que existen elementos suficientes de la existencia de un hecho delictivo y que el imputado es culpable, desechando por ende el principio de “presunción de inocencia” y todos lo que de él se derivan. Néstor Eduardo Calvo n_calvo2000@yahoo.com.ar