“Mauricio Macri no irá al g20 con planteos enojados”
Pedro Villagra es el “sherpa” de Mauricio Macri en el G20, el grupo de las veinte economías más industrializadas del planeta. El diplomático de carrera representará al mandatario en las reuniones que determinarán los contenidos que se plasmarán en el documento final, que firmarán los mandatarios el 30 de noviembre y el 1 de diciembre de 2018. Allí, tendrá la difícil misión de conciliar posturas divergentes e irreconciliables.
—El presidente Macri adelantó que habrá tres ejes durante las discusiones en el G20: el futuro del trabajo, infraestructura para el desarrollo y futuro alimentario sustentable. ¿Qué propondrá Argentina en cada uno de ellos?
—El Presidente dijo que continuaremos la agenda que viene de anteriores cumbres. Los tres ejes son las prioridades de la Argentina. Las nuevas tecnologías, la automatización, la revolución industrial 4.0, generan un cambio paradigmático en los sistemas productivos del mundo, en la manera de trabajar y de relacionarse, y eso tiene impacto en el empleo. Para hacer una agenda del desarrollo, hace falta financiamiento. Allí, se aspira involucrar al sector privado, además de los bancos de desarrollo y los Estados.
—Argentina seguramente tiene mucho para decir en seguridad alimentaria. ¿Qué tiene para proponer en los otros dos ejes?
—Va a proponer tratar de abocarnos a esos temas. Por más que los robots se fabriquen en otro lado y que la Argentina no tenga robotizada su producción, es la temática la que nos interesa. Los cambios que se producen son de naturaleza global. Si la Argentina no hace nada en materia robótica, el hecho de que se fabriquen en otros lados robots tendrá impacto en los puestos de trabajo en la Argentina, en Estados Unidos, Nigeria y China.
—El cambio climático fue un objetivo central de la presidencia alemana en Hamburgo, pero no logró un acuerdo en el documento final por la
—Habrá dos grupos de trabajo, uno será “transiciones energéticas” y otro “sustentabilidad climática”. La Argentina es parte del Acuerdo de París y está preocupada por el cambio climático. Lo que no puede hacer la Argentina ni nadie es forzar a todos los otros miembros en que coincidan con la vi- sión que tiene. Durante nuestra presidencia, una de las tareas es tratar de encontrar consensos. Si no se logran, no será por falta de voluntad de la Argentina de acercar posiciones. Lo importante en los casos en que no haya consenso, es ver cómo ese mismo tema puede ser tomado de una manera diferente y avanzar en lo que se pueda.
—¿Qué significa para el país presidir el G20?
—El G20 es el grupo preeminente de coordinación de políticas macroeconómicas y financieras del mundo. Es la mesa donde se toman decisiones y se adoptan lineamientos que después impactan en todos los organismos internacionales. Estar sentado en esa mesa significa que uno es parte de la elaboración de esas normas. Como el grupo no tiene una secretaría que elabore la agenda, es la presidencia la que lo hace. La agenda del G20 de 2018 la elabora la Argentina. El poder influir en eso de una manera distinta demuestra cuál es su importancia.
—La ex presidenta Cristina Kirchner criticó en anteriores cumbres al sistema financiero internacional y a los fondos buitre. ¿Cambiará Macri ese discurso?
—El G20 tiene como uno de sus propósitos modificar la estructura financiera internacional de manera que sea más efectiva, responsable y transparente. No necesariamente los cambios serán en el sentido que quería el gobierno argentino anterior, pero sin dudas es uno de los temas que están en la agenda. Pero el presidente Macri no irá con planteos enojados, sino con planteos prácticos de cómo se pueden resolver los problemas que están pendientes tanto en el track finanzas como en los temas sociales o políticos de interés.