Vota Chile.
Los trasandinos acuden hoy a las urnas en un escenario de empate técnico. El ex mandatario propone mano dura y su rival continuidad.
Hoy se define la segunda vuelta presidencial: elección cerrada entre Piñera y Guillier.
La carrera por llegar al Palacio de la Moneda está más abierta que nunca. Los chilenos acuden hoy a las urnas para definir quién será su futuro presidente: el ex mandatario Sebastián Piñera o el senador oficialista Alejandro Guillier. El ballottage, en el cual están habilitados a votar más de 14 millones de personas, está marcado por un empate técnico entre los dos postulantes. Según las encuestas, que en la primera vuelta fallaron sus pronósticos, la brecha entre ambos candidatos se habría acortado en las últimas dos semanas a tan sólo 2 puntos porcentuales.
El último sondeo de Cadem, difundido hace dos semanas –en los últimos días hubo una veda para la publicación de estudios de opinión–, señaló que Piñera conquistaría el 39,8% de los votos y Guillier el 37,3%. En la primera vuelta, la distancia había sido mayor: 36 a 22%. El periodista y legislador oficialista envió guiños en el último mes al electorado de izquierda que en primera vuelta optó por otras candidaturas, como la de Beatriz Sánchez, del Frente Amplio, que cosechó el 20% de los votos y quedó en tercer lugar. Esa estrategia explicaría la paridad de las encuestas, en un escenario en el que el 22% de los consultados está indeciso y en el que se espera una alta abstención.
El cierre de campaña, con la presencia estelar del ex presidente uruguayo José “Pepe” Mujica, apuntó a encolumnar a la centroizquierda y la izquierda detrás de Guillier. Con ese objetivo, el postulante también propuso eliminar la deuda que adquirieron los alumnos con los bancos para poder estudiar –un reclamo histórico del movimiento estudiantil–, pero solo para el 40% más pobre. Además, incorporó a la diputada Camila Vallejo, del Partido Comunista, a su comando de campaña.
Por su parte, Piñera apeló al apoyo del ex candidato pinochetista José Antonio Kast –que obtuvo un 7% en la primera vuelta– y del senador Manuel José Ossandón. Reafirmó su imagen de exitoso hombre de negocios, capaz de reactivar el crecimiento del país, pero también se com- prometió a mantener la gratuidad en la educación universitaria que impulsó Bachelet y ampliarla a la formación técnica superior. Esa propuesta fue una respuesta al comando oficialista, que había insinua- do que el postulante de Chile Vamos derogaría las reformas de la actual jefa de Estado.
La derecha chilena aspira a volver al poder de la mano de Piñera, que durante la campaña prometió mano dura contra los mapuches y limitar la inmigración, en caso que “pusiera en riesgo el desarrollo del país”. “Piñera usa el tema mapuche para demostrar que tendrá tolerancia cero con la delincuencia y la violencia.