Macron, criticado por festejar sus 40 años en un imponente castillo
Anticipó la celebración de su cumpleaños y para neutralizar los reclamos por el lugar elegido, comunicó que pagará con fondos propios los gastos de la estadía familiar.
Ser y parecer. Esa es la cuestión en momentos donde hay tensión social. Y Francia atraviesa esa tensión a consecuencia de algunas reformas que Emmanuel Macron quiere imponer y que generó protestas en las calles de París y también una crítica de sectores de la oposición que lo califican como “un gobierno para ricos”. Atento a esta apreciación y a una caída en las encuestas de imagen, Macron explicó en un reportaje que “nos ocupamos de la parte del país en la que las cosas no van bien. Vamos a hacer una transformación radical para que todo el mundo pueda encontrar su espacio en esta sociedad”. Y sobre todo insistió en que ganó las elecciones con un programa en el que se comprometía a dar mayor flexibilidad al mercado laboral, y sostuvo que son legítimas las reformas que aplicó por decreto porque “hay que dinamizar el mercado laboral para que las empresas puedan volver a crear empleo”. Cualquier similitud en los argumentos con lo que también se dice en Argentina es meramente “coincidencia” temporal.
Fue en el contexto que la elección de Macron de anticipar la celebración del cumpleaños número 40 –su natalicio es el jueves 21 de diciembre– en un imponente palacio activó críticas. Jean-Luc Mélenchon, el candidato de la izquierda que compitió por las elecciones presidenciales donde Macron ganó, expresó su “exasperación” por el uso de símbolos monárquicos como el castillo Chambord, construido por Francisco I en el siglo XVI. También hubo diputados que dijeron no era el momento de festejar en un lugar como ése cuando “no se deja de pedir sacrificios a los franceses”. En familia. Ubicado a 200 kilómetros al sudoeste de París, el castillo Chambord es uno de los edificios galos que la Unesco reconoció como patrimonio de la humanidad, y aunque no se compara con la fama del de Versailles, recibe al año unos dos millones de visitas.
Desde el viernes por la noche Macron y su mujer Brigi-tte se alojan en la antigua casa del guardaparques que fue reconvertida como alojamiento cuatro estrellas y que aunque Antes de instalarse en el castillo Chambord para su cumpleaños, Macron con chicos y Papá Noel en el Elíseo. está ubicada a 200 metros del palacio, ofrece la privacidad necesaria para evitar mirones indiscretos. Con la pareja presidencial están los siete nietos de la primera dama, hijos a su vez de los tres hijos que ella tiene de su primer matrimonio. Como lo expresó alguna vez en campaña presidencial, para Macron esos pequeños son los “nietos del corazón”. Por cuenta propia. Los asesores presidenciales salieron al cruce de las críticas y explicaron que éste es el primer fin de semana de descanso que Macron se toma desde su victoria en mayo pasado, y sobre todo se encargaron de reafirmar que “paga todo de su bolsillo”. Con todo se refieren en principio a los US$ 950 o US$ 1.200 que cuesta pasar un fin de semana en una de las cuatro casas recicladas como alojamiento de lujo. Y como detalle de color anunciaron que visitarán el zoo local donde está el primer panda nacido en Francia cuya presentación en público fue también el primer acto público sola de Brigitte como primera dama.
Un fin de semana en el castillo Chambord cuesta entre US$ 950 y US$ 1.200