Escándalo real por la ropa interior de la reina isabel ii
“Venía acompañada de sus perros que la observaban mientras ella se desvestía para que le tomara las medidas de los sujetadores”, indica el libro escrito por June Kenton sobre la reina Isabel II. Revelaciones como ésta provocaron un verdadero disgusto dentro del Palacio de Buckingham. Tal fue la indignación en la familia que decidieron revocarle el “Sello Real como Proveedor”. Todo comenzó en marzo pasado cuando June Kenton (82) publicó una autobiografía llamada Storm in a D-Cup. Allí cuenta –entre otras cosas– cómo adquirió la firma de lencería Rigby & Peller en 1982 y cómo se convirtió en la per- sona que le confeccionaba la ropa interior a las mujeres de la corona británica. Pero detalles contados en varios capítulos de su libro provocaron la interrupción del servicio.
Al enterarse de la decisión, Kenton se defendió de las acusaciones. “He sido honorable con ellos durante todo el tiempo que compartimos. No Kenton revela detalles de Isabel II y Lady Di. entiendo cómo no les gustó el libro. No hay nada por lo que se puedan sentir ofendidos”, comentó la mujer al diario The Daily Telegraph. Aunque algunos párrafos son por lo menos polémicos. “La princesa Diana de Gales venía al local a pedir posters de mujeres en ropa interior para sus hijos Guillermo y Harry”, señala en un momento.
También destaca que la reina Isabel II le compraba la ropa interior a su hermana, la princesa Margarita. “Ella me dice qué quiere, pero yo solo finjo escucharla y elijo lo que quiero”, destaca el libro.
Kenton ya no es dueña de Rigby & Peller. En 2011 vendió parte de la compañía a la firma Van del Velde por once millones de dólares. Sin embargo, como parte del trato, ella continúa en la presidencia y por lo tanto dio una entrevista para aclarar la situación. “Aún no lo puedo creer. Es una gran desgracia al final de mi vida, pero qué puedo hacer. No puedo pelear contra ellos y tampoco quiero. Es difícil y me siento triste, pero no hay nada por hacer”, cerró la mujer que vende su libro en varias plataformas digitales por treinta dólares.