Contactos con el gobierno pero sin exponerse
La pelea del moyanismo con el Gobierno no puede ser más resonante. Declaraciones públicas y cruces picantes. Expectativa mediática y la marcha del 21F rodeada de preocupaciones por posibles incidentes. El contraste con los sectores dialoguistas es notorio, porque su estrategia pasa por multiplicar los contactos con el oficialismo con la menor exposición posible.
En la vereda opuesta al moyanismo están hoy los “gordos” y los “independientes”, que refrendaron su alianza con una reunión en Sanidad este miércoles último; algunos gremios “no alineados” como la Unión Ferroviaria (UF), Smata o Luz y Fuerza, y el brazo sindical del oficialismo, las 62 Organizaciones, que lidera el sucesor del Momo Venegas, Ramón Ayala.
Con excepción de estos últimos, la mayoría de los gremios dialoguistas prefirió mantener en reserva sus contactos y negociaciones con el Poder Ejecutivo. Esta semana, los ministros Jorge Triaca (Trabajo) y Adolfo Rubinstein (Salud) compartieron una reunión con los principales referentes dia- loguistas de la CGT en la sede de Sanidad. Estuvieron presentes el anfitrión, Héctor Daer; Armando Cavalieri (Comercio), Gerardo Martínez (Uocra) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), entre otros.
La situación de las obras sociales sindicales, las reformas impulsadas por el Ejecutivo y las paritarias 2018 son algunos de los temas que están hoy en la mesa de diálogo. Como en tantas otras oportunidades, el sindicalismo abierto al diálogo aprovecha la presión del polo opositor, que en esta oportunidad lidera Hugo Moyano, para lograr concesiones. Se anotaron como unas primeras victorias del frente afín al diálogo el desmembramiento del paquete de reforma laboral y la “autorización” a incluir el ajuste por inflación, que hasta hace poco era resistido por el oficialismo.
Fuentes del Gobierno confirmaron a PERFIL que los contactos son “permanentes” pero reconocieron que la tendencia es evitar la foto conjunta. Uno de los principales secretarios generales explicó que el objetivo es “no levantar espuma” hasta que pase la marcha convocada por Camioneros.